Enlaces de accesibilidad

noticias

Desde Barcelona


No se encuentra prácticamente ningún espacio en la prensa española que aplauda las medidas del régimen castrista para corregir la delicada situación económica del país. Los principales periódicos y destacados columnistas, incluso aquellos que en el pasado se sintieron atraídos por los mitos de la Revolución, firman duras críticas al régimen en las que queda patente el hartazgo que produce en la opinión pública española la situación a la que ha desembocado el castrismo.

En su última editorial, el periódico El País considera que la reducción del empleo estatal "podría convertirse en el preámbulo de la transición política cubana". Una medida que, según el periódico, supone la renuncia "por inviable" a la economía dirigida por el Estado.

El rotativo cree que, ante esta situación, "el régimen cubano no podrá sostener por tiempo indefinido la falta de libertades individuales que hasta ahora presentaba como un requisito imprescindible del sueño igualitario que aseguraba retóricamente perseguir". Asimismo, el editorialista destaca que "con dos décadas de retraso, el castrismo ha tenido que reconocer los mismos problemas que la Unión Soviética" e introducir reformas que tendrán consecuencias en el terreno político, más allá del económico. Para El País los cambios introducidos por Raúl Castro no deben ocultar "el drama humano al que se asoma la isla" y piensa que "el raquítico sector privado no podrá absorber en lo inmediato la mano de obra despedida del sector público, con lo que estaría cerniéndose sobre la población un nuevo y más grave deterioro de las condiciones de vida".

Otro periódico madrileño, el ABC, dedica también su editorial a los despidos masivos en Cuba. Para este rotativo la puesta en marcha del plan "es el reconocimiento del fracaso del régimen, pero en ningún caso la fórmula para salvar lo que queda del castrismo". El diario manifiesta que "el despido de miles de empleados públicos para movilizar el sector privado debería ser un dinamizador de la economía, pero muy probablemente no cumplirá esas expectativas porque para que eso sucediera sería necesario que se levantasen las restricciones que mantiene la dictadura contra la propiedad privada y las libertades básicas". Así es que, para el editorialista del ABC, "si las reformas económicas no se acompañan de apertura democrática, Cuba seguirá varada en el pasado".

El rechazo a las reformas del castrismo encuentran también duras críticas en columnistas reconocidos. Las críticas van más allá del aspecto económico y se extienden a la falta de libertad, al carácter antidemocrático y al poder omnímodo del régimen de la familia Castro. El periodista y escritor Juan Cruz escribió esta semana en El País que le parece "extraño" el interés de Fidel Castro en mantenerse en el poder por tantos años, "tanto tiempo creyendo imprescindible su propia opinión, sus propias decisiones, su propia estima sobre la hacienda pública y sobre las personas que la revolución puso a su mando. Cruz denuncia la "apropiación del poder por parte de un apellido" en Cuba, el de los Castro, el cual se ha apropiado "no sólo del poder político" sino también "del poder sobre los otros".

"Ni siquiera en el poder chiquito conozco una tan larga permanencia al mando. No tengo en la memoria ninguna esfera de la vida en la que un solo hombre lleve durante más de medio siglo los destinos de una sociedad, de una tienda, de una firma, a lo largo de más de medio siglo sin otra interrupción que la que él mismo administrara", escribe el columnista. Y precisa además: "Dudo que aquellos logros que muchos de nosotros defendimos a favor de la Cuba de los Castro (la educación, la medicina, etcétera) sirvan como datos suficientes para recordar ya como positivo tan largo periodo, pero todo este tiempo quizá sirva, me parece, para anotar a favor de esta familia un récord mundial".

Por su parte, la escritora y periodista Maruja Torres, premio Planeta en el 2000, arremetió también esta semana contra el régimen de los Castro ante la ola de despidos masivos en la Isla. "A quienes habría que despedir es a los integrantes del régimen castrista. Aunque sólo sea por incompetentes", afirma Torres. "El castrismo -agrega la autora- es una isla dentro de una isla, un destructor de espejos, una casposa podadora de inteligencias". Y recuerda que el régimen "ni siquiera sabe actuar organizadamente, como la China comunista". "Claro que ésta ya apuntaba maneras cuando le colocaba a Cuba sus impresentables dentífricos y bicicletas", recuerda.

XS
SM
MD
LG