El informe de Amnistía Internacional dice que desde marzo del pasado año, la dictadura de Fidel Castro han lanzado una ola de represión sin precedentes contra la disidencia interna y que 75 disidentes pacíficos, periodistas independientes y bibliotecarios independientes fueron arrestados e injustamente sentenciados en el 2003 a penas de prisión de hasta 28 años. Amnistía Internacional los ha declarado presos de conciencia.
También el régimen de Castro incrementó su prohibición y restricciones de viaje al exterior a figuras destacadas de la disidencia, agrega el informe.
Todas estas acciones de represión intensificaron las críticas internacionales contra el régimen castrista, las cuales incluyeron esta vez a países e individuos que antes eran simpatizantes o respaldaban al gobierno de La Habana.
En relación con el régimen de Chávez en Venezuela, Amnistía Internacional acusa de brutalidad a la Guardia Nacional y otros cuerpos de seguridad al reprimir a manifestantes pacíficos de la oposición, incluyendo a trabajadores de la empresa estatal Petróleos de Venezuela.
En referencia a los medios de comunicación, Chávez mantuvo su hostilidad contra ellos y se registraron agresiones y presiones contra periodistas sin que éstas fueran debidamente investigadas, agrega el informe.
En contraposición a Cuba y Venezuela, Amnistía Internacional mencionó en su informe del 2003, los progresos en materia de derechos humanos y avances en la restauración de la fe en la administración de justicia en países como Argentina, Brasil y México.
También destacó los esfuerzos de Chile y Paraguay para procesar a los represores de las dictaduras de los 70 y mencionó los trabajos de las Comisiones de la Verdad en Perú y Uruguay.