“Aunque algunos países en este (anterior) grupo han dado pasos para mejorar su cooperación con los esfuerzos globales contra el terrorismo en algunos aspectos, todos han continuado las acciones que han llevado a designarlos como países patrocinadores”, dice el informe Reportes Nacionales sobre Terrorismo 2004 dado a la publicidad el 27 de abril en Washington.
El documento expresa que “Iraq, una democracia en surgimiento, ha cesado el apoyo a grupos terroristas y en octubre del 2004 fue eliminado de la lista de Estados patrocinadores” que entorpecen los esfuerzos de “Estados Unidos y la comunidad internacional para combatir el terrorismo. Estos países proporcionan una importante base de apoyo a los grupos terroristas”.
Los países patrocinadores proporcionan santuario a grupos terroristas para que preparen y conduzcan operaciones y hacerles más fácil recaudar fondos y obtener armas, explosivos y reclutas, añade el informe.
“Lo más preocupante es que estos países patrocinadores tienen también capacidad para manufacturar armas de destrucción masiva y otras tecnologías desestabilizadoras que pueden caer en manos de terroristas”, dice el reporte.
En relación con Cuba, dice el informe que ese país “durante todo 2004 continuó oponiéndose activamente a la coalición dirigida por Estados Unidos en la guerra global contra el terrorismo. Cuba continúa manteniendo en Naciones Unidas y otros foros que las acciones llevadas a cabo por legítimos movimientos nacionales de liberación no pueden ser definidas como actos terroristas y ha tratado de que se caractericen como “legítimos movimientos nacionales de liberación” a grupos que intencionalmente atacan a civiles inocentes para impulsar sus objetivos políticos, religiosos o sociales. El gobierno cubano alega, a pesar de la falta de pruebas, que es una víctima principal del terrorismo fomentado por cubano-americanos en Estados Unidos. Las acciones y declaraciones públicas del gobierno cubano son contrarias al espíritu de las convenciones de Naciones Unidas contra el terrorismo que (Cuba) ha firmado.
“En 2004 Cuba continuó dando apoyo limitado a organizaciones terroristas extranjeras y refugio a terroristas. El gobierno cubano rehúsa entregar sospechosos de terrorismo a los países que los han acusado de actos terroristas, alegando que el gobierno que los reciba no los sometería a un juicio justo y que estos juicios serían de naturaleza política. La Habana ha permitido que miembros de ETA vivan en Cuba a pesar de la petición pública que en noviembre de 2003 hizo el gobierno español para que se les negara santuario en la isla, y proporcionó refugio y cierto grado de apoyo a miembros de los grupos guerrilleros colombianos FARC y ELN.
“Muchos de los más de 70 fugitivos de la justicia de Estados Unidos que se han refugiado en la isla son acusados de haber cometido actos violentos en Estados Unidos contra personas inocentes para impulsar sus causas políticas. Entre ellos está Joanne Chesimard, reclamada por el asesinato de un policía de la Patrulla de Caminos de Nueva Jersey. En alguna que otra ocasión el gobierno cubano ha transferido fugitivos a Estados Unidos, aunque manteniendo que los fugitivos no recibirían un juicio justo en Estados Unidos”.