Alrededor de un millar de delegados se reunirán este sábado 28 de enero en La Habana para participar en la primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba y aprobar disciplinadamente un centenar de propuestas ya acuñadas por el gobernante Raúl Castro.
La conferencia, la primera que lleva a cabo el partido en casi medio siglo de existencia, pretende dar continuidad a la tónica seguida por el VI Congreso de la organización, celebrado en abril del año pasado bajo el mandato, según Castro, de que “rectificamos o nos hundimos”.
Desde entonces, se puso en marcha una reforma económica que el gobierno califica de “actualización” del modelo seguido hasta ahora, se ha vuelta a hablar de eliminar “métodos burocráticos”, y de “modernizar” y cambiar de “mentalidad” pero sin jubilar a la vieja guardia con la intención de “preservar” el socialismo, en otras palabras, no ceder el poder.
Entre las propuestas más peculiares del documento que circulará en la conferencia está la de “limitar a dos periodos consecutivos de cinco años, el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales".
También acabar con la discriminación, entre ellas la de los homosexuales (propuesta 54), y "lograr un incremento progresivo y sostenido de mujeres, negros, mestizos y jóvenes en los cargos de dirección" (propuesta 70).
Se persigue además "aprovechar las ventajas del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones para (...) exponer la imagen de Cuba y su verdad", con lo que se certifica que el Partido --que es lo mismo que el gobierno-- también tendrá el monopolio en este campo, al igual que ha hecho con la prensa escrita, la radio y la televisión.
A riesgo de verse con la soga al cuello, los militantes tendrán en sus manos un documento que en su propuesta 13 llama a “fomentar el principio de la crítica y la autocrítica”, y en la 14 a que ”en las instituciones y en el propio Partido, se preste atención a las quejas y denuncias de la población".
Sin embargo, el propio Raúl Castro Raúl advirtió el 12 de enero pasado que "no hay que hacerse tantas ilusiones" con la conferencia, que estará presidida por un Buró Político de 15 miembros de los que sólo tres tienen menos de 65 años. El resto, para no variar, son octogenarios y septuagenarios.