¿Existen evidencias de que actualmente Cuba esté vinculada a operaciones de narcotráfico internacional?
No existen evidencias que vinculen a Cuba con operaciones actuales de narcotráfico.
Por el contrario, Cuba mantienen una cooperación estrecha con las diferentes agencias internacionales para combatir al narcotráfico.
Paradójicamente, las autoridades cubanas mantienen un fuerte vínculo con la agencia gubernamental norteamericana para el combate de la droga, conocida internacionalmente por sus siglas DEA.
Las autoridades cubanas mantienen al tanto a sus homólogos norteamericanos de las embarcaciones sospechosas o los trasiegos de drogas que son avistados por sus unidades.
También han operado de conjunto en la detención de narcotraficantes y agentes de la DEA viajan a Cuba para ocupar drogas o transportar detenidos.
Otro caso de cooperación directa y manifiesta está relacionado con las autoridades inglesas, quienes son los principales proveedores de Cuba para técnicas y equipos de detección de drogas.
Cuba se mantiene activa en fórums internacionales y eventos sobre la lucha antidroga. Agentes cubanos participan en cursos de superación y adiestramiento para el enfrentamiento de este problema.
A nivel nacional la autoridad cubana ha desarrollado una política de enfrentamiento total y ha establecido mecanismos de control en sus puertos y aeropuertos para detectar el trasiego de drogas hacia terceros países.
Luego de la crisis de 1989, en que quedó comprobada la participación cubana en operaciones internacionales de narcotráfico y que motivó el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, el coronel Antonio de la Guardia y otros dos oficiales cubanos, la política del gobierno cubano ha sido de cero tolerancias con la droga.
El desprestigio internacional y la crisis interna provocada por el caso de 1989 es un riesgo que la dictadura de La Habana no puede darse el lujo de repetir en las condiciones actuales.
No existen evidencias que vinculen a Cuba con operaciones actuales de narcotráfico.
Por el contrario, Cuba mantienen una cooperación estrecha con las diferentes agencias internacionales para combatir al narcotráfico.
Paradójicamente, las autoridades cubanas mantienen un fuerte vínculo con la agencia gubernamental norteamericana para el combate de la droga, conocida internacionalmente por sus siglas DEA.
Las autoridades cubanas mantienen al tanto a sus homólogos norteamericanos de las embarcaciones sospechosas o los trasiegos de drogas que son avistados por sus unidades.
También han operado de conjunto en la detención de narcotraficantes y agentes de la DEA viajan a Cuba para ocupar drogas o transportar detenidos.
Otro caso de cooperación directa y manifiesta está relacionado con las autoridades inglesas, quienes son los principales proveedores de Cuba para técnicas y equipos de detección de drogas.
Cuba se mantiene activa en fórums internacionales y eventos sobre la lucha antidroga. Agentes cubanos participan en cursos de superación y adiestramiento para el enfrentamiento de este problema.
A nivel nacional la autoridad cubana ha desarrollado una política de enfrentamiento total y ha establecido mecanismos de control en sus puertos y aeropuertos para detectar el trasiego de drogas hacia terceros países.
Luego de la crisis de 1989, en que quedó comprobada la participación cubana en operaciones internacionales de narcotráfico y que motivó el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, el coronel Antonio de la Guardia y otros dos oficiales cubanos, la política del gobierno cubano ha sido de cero tolerancias con la droga.
El desprestigio internacional y la crisis interna provocada por el caso de 1989 es un riesgo que la dictadura de La Habana no puede darse el lujo de repetir en las condiciones actuales.