Gestiones llevadas a cabo por la cancillería de España habrían dado fruto y el empresario y periodista español Sebastián Martínez Ferraté, que guardaba prisión en Cuba desde 2009, será excarcelado en las próximas horas, según informó la agencia de noticias EFE.
El empresario fue condenado a 7 años de cárcel en La Habana en agosto del año pasado por un delito de corrupción de menores tras haber realizado en 2008 un documental con cámara oculta sobre la prostitución infantil en la isla, luego transmitido por el canal de televisión española Telecinco.
En el juicio la fiscalía alegó que el documental ofrecía “una imagen distorsionada acerca de la juventud, los estudiantes y las instituciones cubanas”, y que también contenía escenas “de corte contrarrevolucionario mostrando la intención de los autores de desmentir y denigrar la Revolución Cubana”.
La esposa del empresario, María Ángeles Solá, declaró a EFE que Martínez Ferraté será “expulsado” de Cuba sin que tenga que cumplir con la sentencia que se le impuso. No hay indicación de cuándo podría ser excarcelado, pero la mujer dijo estar confiada en que sea pronto.
Martínez Ferraté fue arrestado tras llegar a La Habana en julio de 2010 cuando hacía un viaje de negocios a la isla en calidad de director de una cadena de hoteles española.
Debido a su mal estado de salud, el gobierno español hizo gestiones ante la cancillería cubana para conseguir su excarcelación por motivos humanitarios.
Antes, durante y después del juicio, el acusado siempre sostuvo su inocencia. "Jamás he corrompido a ningún menor y no tienen base para mantener esa acusación. Hice un reportaje periodístico y se emitió en Telecinco. Ése es todo mi delito", dijo
La mujer del empresario dijo que José Manuel García-Margallo, quien hace apenas tres semanas asumió como nuevo ministro de Relaciones Exteriores de España, se tomó la liberación de Martínez Ferraté como un asunto prioritario.
Abogados, familiares del empresario y diplomáticos españoles en la isla sostenían que el juicio montado por las autoridades cubanas, de principio a final, fue una farsa.