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Cuba, Venezuela y Dominicana: fiascos del Clásico Mundial

CLÁSICO MUNDIAL DE BÉISBOL
CLÁSICO MUNDIAL DE BÉISBOL

República Dominicana fue la gran decepción del Clásico Mundial de béisbol 2017. Con un trabuco que lucía imparable no pudo retener el título que conquistó hace cuatro años.

Ni hablar de Venezuela y Cuba, países de tradición en el deporte, pero que tampoco dieron la talla. No así Colombia e Israel, grandes sorpresas en esta competencia que al final ganó Estados Unidos.

Estados Unidos blanquearon el miércoles por 8x0 a Puerto Rico, que llegó a la final invicta y viaja de vuelta a la isla "100% satisfecho", según dijo el mánager Edwin Rodríguez.

"Es un proceso que comenzó hace años, pudimos ver como talentos crecieron. Correa, Lindor, Báez, Edwin Díaz, Joe Jiménez. Y años atrás estábamos ya pensando en este tipo de talento (...). Ha sido increíble de principio a fin", añadió.

Estados Unidos gana su primer título en su primera final, una sorpresa para el país rey en este deporte, cuya selección, si bien contaba con puros grandeligas, no apostó solo en súperestrellas sino también en jugadores jóvenes para que dieran una refrescada al combinado.

"Espero que muchos jugadores vean lo que ha pasado aquí y que estén un poco más emocionados de jugar en este evento", señaló el mánager Jim Leyland, que llevó a los Marlins a ganar la Serie Mundial en 1997.
A diferencia del Mundial de fútbol, el Clásico, que coincide además con los entrenamientos de primavera de la MLB, no despierta la misma pasión entre los jugadores profesionales.

Los boricuas habían perdido la final hace cuatro años frente a República Dominicana. Pero esa venganza ya se la sirvieron en el plato frío de la semifinal.

República Dominicana, el mayor exportador de talento al béisbol mayor, llegó al Clásico con jugadores de la talla de Robinson Canó, Johnny Cueto, Hanley Ramírez, José Reyes, José Bautista, entre otros grandes. Era difícil que con ese equipo se pensara que podía perder... Pero perdió.

Los sacaron los "rubios del béisbol" - todos se tiñeron el cabello o barba para el torneo- a los que, a pesar de no tener el trofeo en la maleta, les espera una gran fiesta más que merecida. La final fue un mal partido, sin duda, producto de un pitcheo ineficiente de los boricuas y uno muy efectivo de los 'gringos'.

Pero los isleños le dieron un respiro a los habitantes en medio de una severa crisis económica.

Aunque si se trata de crisis, Venezuela está a la cabeza: falta comida, medicamentos, gasolina... y también béisbol. La vinotinto dirigida por Omar Vizquel fue un completo desastre. Con un equipo envidiable, no hizo nada.
La ofensiva fue poco oportuna a pesar de contar con toleteros de alto calibre como Miguel Cabrera, Víctor Martínez, Carlos González y Rougned Odor, empeorado por su ya sabido talón de Aquiles, el pitcheo.

Lo de Cuba tampoco tiene nombre. País en el que también el béisbol es ley, la selección salió por la puerta de atrás, humillada en Japón con un 14-1 de Holanda para ser eliminados en una segunda ronda sin ganar un solo partido. "Me pregunto, a dónde se fue ese equipo, porque se puede perder, pero bochornosamente a la pelota le está prohibido", escribió Oscar Sánchez, subdirector del diario Granma.

Algunos medios especializados explican que a Cuba le ha afectado la deserción de jugadores estelares sin que hayan podido renovar. Japón, ganador de las dos primeras ediciones, se quedó en la semifinal a manos de los ahora campeones.

Hay que destacar el caso colombiano. Nadie apostaba que sería ganador, pero tampoco que sacaría la garra como lo hizo. Mostró que tiene garra y béisbol, llegó hasta donde pudo. Es el equipo heredero de Édgar Rentería y Orlando Cabrera, de jóvenes deportistas que usaron el Clásico como vitrina para equipos de Estados Unidos.

Israel e Italia también tuvieron presentaciones respetables. Y otro que no decepcionó fue el público: 51.565 espectadores en la final, un récord. ¡Y cómo supieron hacer ruido!

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Fernando Dayán Jorge buscará hacer historia en los Olímpicos de París

Fernando Dayan Jorge Enríquez, de Cuba, compite en la serie masculina de 1000 m en canoa individual durante los Juegos Olímpicos de verano de 2020, el 6 de agosto de 2021, en Tokio, Japón. (Foto AP/Kirsty Wigglesworth)
Fernando Dayan Jorge Enríquez, de Cuba, compite en la serie masculina de 1000 m en canoa individual durante los Juegos Olímpicos de verano de 2020, el 6 de agosto de 2021, en Tokio, Japón. (Foto AP/Kirsty Wigglesworth)

En la Antigua Grecia, los campeones olímpicos eran venerados como una suerte de semidioses, al extremo que las ciudades-estados, como Atenas o Esparta, estaban obligadas a mantener sus gastos y necesidades por el resto de sus vidas.

En Cuba, muchos campeones olímpicos se han visto obligados a vender sus medallas para subsistir, o incluso, a escapar de la isla en busca de una vida digna.

Uno de ellos es Fernando Dayán Jorge, que ganó la presea dorada en la cita de Tokio´2021 en la modalidad de canoa biplaza a la distancia de mil metros, junto a su compañero Serguei Torres.

Un año después de tocar la gloria olímpica, aprovechó una estancia en México para una base de entrenamiento, escapó de la delegación y cruzó la frontera para llegar a Estados Unidos.

Con sólo 25 años, a Jorge le queda demasiado potencial para soñar con más medallas, pero ha quedado sin bandera bajo la cual competir.

“Yo quisiera seguir haciendo lo que me gusta, que es remar, pero ahora mismo estoy teniendo un poco de problemas por el tema de Inmigración, porque como yo viajé como parte de una delegación oficial, tenía el pasaporte rojo, que nos lo dan para chequear en los vuelos y una vez que llegamos al país nos los quitan. Entonces no tenía pasaporte cuando me entregué en la frontera, sólo mi carnet de identidad”, dijo el canoísta en el 2022, apenas dos semanas después de llegar a Miami, al periodista Juan Manuel Cao en el programa A Fondo del canal Americatevé.

Nunca se rindió y empezó a entrenar por sí mismo en uno de los tantos canales de Miami, hasta que, dos años después, ha visto los cielos abiertos con la posibilidad de integrarse al Equipo de Refugiados, una entidad amparada por el Comité Olímpico Internacional (COI), que se creó desde los Juegos de Río de Janeiro´2016.

Cubanos ganadores de medalla de oro, Serguey Torres Madrigal y Fernando Dayán Jorge
Cubanos ganadores de medalla de oro, Serguey Torres Madrigal y Fernando Dayán Jorge

El joven nacido en Cienfuegos el 3 de diciembre de 1998 es uno de los 74 deportistas de élite que han recibido una Beca para Atletas Refugiados, que proceden de 12 países diferentes y compiten en 14 disciplinas distintas.

La beca del COI no garantiza por sí misma la participación en los Juegos Olímpicos, pero financia el entrenamiento de los aspirantes a integrar el Equipo de Refugiados, cuya conformación final se anunciará en el mes de mayo.

Además del cubano, otros dos remeros son beneficiarios de la beca, los iraníes Saman Soltani y Saeid Fazloula, refugiados en Austria y Alemania, respectivamente.

En París podría hacer historia como el primer cubano en integrar el Equipo de Refugiados, al que también aspira su compatriota Ramiro Mora, levantador de pesas con residencia en Reino Unido.

Curiosamente, fue en la capital francesa donde un cubano ganó por primera vez una medalla de oro.

Fue en la segunda edición de los Juegos Olímpicos modernos, en 1900, cuando el esgrimista Ramón Fonst, con apenas 17 años, se impuso en la modalidad de espada.

En esa ocasión, Fonst, al igual que Jorge ahora, no tenía bandera bajo la cual competir, pues en 1900, Cuba no era una república independiente establecida, sino una ex colonia española ocupada por Estados Unidos.

No fue hasta cuatro años después, en los Juegos de St. Louis´1904, en que en realidad Cuba, como nación consiguió sus primeros lauros olímpicos por intermedio del propio Fonst, en espada y florete individual, y por equipo en esta última arma, junto a su compatriota Manuel Díaz y el estadounidense Albertson Van Zo Post.

Ese grupo, por tener dos componentes cubanos y un norteamericano, compitió como Equipo Internacional bajo la bandera de los cinco aros olímpicos.

Sin embargo, con el paso del tiempo, los historiadores del COI acordaron conceder a Cuba como país la primera corona de Fonst de 1900 y la del equipo de florete de 1904.

El cubano de la semana: Yordán Álvarez

Yordán Alvarez al bate en el juego de este domingo, 14 de abril, contra los Rangers de Texas, en Houston. (AP Photo/Kevin M. Cox)
Yordán Alvarez al bate en el juego de este domingo, 14 de abril, contra los Rangers de Texas, en Houston. (AP Photo/Kevin M. Cox)

Repite y pon camarón. Por segunda semana consecutiva, el tunero Yordán Álvarez, de los Astros de Houston, resultó el mejor cubano en las Grandes Ligas.

Y no será la última. Considerado el mejor bateador cubano en la actualidad, Álvarez disparó diez cohetes en 24 turnos en la semana entre el lunes 8 y el domingo 14 de abril, para un average de .417.

Entre sus hits, Yordán ligó dos dobletes y despachó un cuadrangular, con seis carreras anotadas e igual número de impulsadas, con un promedio de slugging de .625.

En lo que va de temporada, Yordán batea para .317, con un promedio de embasamiento de .427, slugging de .556 y OPS de .983, con cuatro jonrones y 12 remolcadas.

Otro que quemó la liga en los últimos siete días fue el avileño Adolis García, de los campeones Rangers de Texas.

El Bombi se fue de 24-10 (.417), con dos biangulares como extrabases, cinco anotadas, cuatro empujadas y slugging de .500.

El jueves 11 de abril, por segunda vez en la temporada, García salvó a su equipo de recibir un no hitter, cuando en el séptimo inning disparó el único imparable de su equipo ante el zurdo J.P. Sears, de los Atléticos de Oakland.

El domingo de la semana anterior había hecho lo mismo frente al dominicano Ronel Blanco, de los Astros, al malograrle la hazaña en el sexto episodio.

Encendido con el madero sigue Lourdes Gurriel Junior, de los Diamondbacks de Arizona.

Yunito se fue en la semana de 22-6 (.273), con un doblete, un vuelacercas, dos carreras anotadas y siete impulsadas, para slugging de .455.

En la campaña, el menor de los Gurriel acumula ya 18 carreras empujadas, segundo en todas las Grandes Ligas, sólo superado por el dominicano Marcell Ozuna (21), de los Bravos de Atlanta.

Por cierto, esta semana se supo que su hermano mayor, Yulieski Gurriel, firmó un contrato de Ligas Menores con Atlanta, en su intento por regresar a Grandes Ligas.

Entre los lanzadores, el lanzallamas zurdo Aroldis Chapman, de los Piratas de Pittsburgh, mantuvo inmaculada su efectividad de 0.00, al trabajar una entrada y dos tercios en tres juegos, con tres ponches propinados, aunque regaló cuatro pasaportes y permitió una carrera sucia, su primera en lo que va del 2024.

Y esta semana se produjo finalmente el esperado debut en las Mayores del derecho camagüeyano Yariel Rodríguez con los Azulejos de Toronto.

Rodríguez fue llamado desde las Menores el viernes y el sábado abrió el juego de su equipo ante los Rockies de Colorado.

Trabajó tres entradas y dos tercios, en los que permitió cuatro hits y una carrera limpia, al tiempo que propinó seis ponches.

Se fue sin decisión y tuvo limitada su labor a 68 lanzamientos, nada mal para quien estuvo un año sin lanzar antes de firmar con los Azulejos en el invierno y haber visto recortado su trabajo en los entrenamientos primaverales por molestias en la espalda.

Frío, frío

El villaclareño Yandy Díaz, de los Rays de Tampa Bay, tuvo una rara semana de bajo rendimiento ofensivo.

Líder de los bateadores de la Liga Americana en el 2023, Díaz apenas bateó tres hits en 23 turnos en los últimos siete días, para un pobre average de .130.

Su promedio general es de sólo .206, muy por debao de su average de por vida de .288.

Azulejos llaman a Yariel Rodríguez a las Grandes Ligas

Yariel Rodríguez firmó un contrato por cinco temporadas y 32 millones de dólares con los Azulejos de Toront / Foto: Charlie Neibergall (AP)
Yariel Rodríguez firmó un contrato por cinco temporadas y 32 millones de dólares con los Azulejos de Toront / Foto: Charlie Neibergall (AP)

Luego de dos salidas impecables en Triple A, el lanzador derecho cubano Yariel Rodríguez recibió la esperada llamada para subir a Grandes Ligas.

El camagüeyano de 27 años firmó un contrato por cinco temporadas y 32 millones de dólares con los Azulejos de Toronto, pero dado que llevaba más de 12 meses sin lanzar, la gerencia decidió enviarlo a las Menores para que tuviera algunas aperturas, antes de subirlo al equipo principal.

En dos juegos con los Buffalo Bisons, sucursal de Triple A de los Azulejos, Yariel trabajó seis innings y un tercio, en los que permitió apenas un hit, sin carreras, y propinó diez ponches, señal de que está listo para empeños superiores.

Según confirmaron fuentes del equipo al periodista Francys Romero, el serpentinero sería activado dentro del roster este sábado 13 de abril.

Inmediatamente podría hacer su debut, en el lugar de Bowden Francis, el pitcher anunciado para lanzar ese día, pero que suma dos derrotas en igual cantidad de aperturas, con una pésima efectividad de 12.96.

Los Azulejos jugarán entre viernes y domingo una serie en Toronto ante los Rockies de Colorado.

Rodríguez fue la gran estrella del pitcheo de la selección cubana en el V Clásico Mundial de Béisbol en 2023, donde despertó con su actuación el interés de los equipos de la Gran Carpa.

El cubano tenía contrato con los Dragones de Chunichi, en la Liga Profesional Japonesa, pero después del Clásico, decidió no reincorporarse al club nipón y escapar a República Dominicana, con el objetivo de buscar un camino, vía agencia libre, hacia las Grandes Ligas.

Más de una franquicia mostró intenciones de firmar a Rodríguez, quien en Japón trabajó principalmente como relevista, pero se decantó por el club canadiense, porque fue el que más garantías le ofreció para permitirle actuar como abridor.

Cubanos en Grandes Ligas: Aroldis Chapman

Apodado El Misil Cubano, el zurdo holguinero ostenta el récord Guinness por el pitcheo más veloz en la historia / Foto - Gene J. Puskar (AP)
Apodado El Misil Cubano, el zurdo holguinero ostenta el récord Guinness por el pitcheo más veloz en la historia / Foto - Gene J. Puskar (AP)

Cuando los Rojos de Cincinnati firmaron al zurdo cubano Aroldis Chapman en el 2010, la gerencia se debatía entre ponerlo en la rotación de abridores o usarlo para cerrar los partidos.

Entonces era un flaco espigado que lanzaba con naturalidad sobre las 100 millas por hora, y aunque en Cuba era usualmente un abridor, semejante velocidad era una tentación para ponerlo a matar el noveno inning.

Afortunadamente, los Rojos se decantaron por esa segunda opción y 15 años después, Chapman sigue lanzando sobre las 100 mph y los números acumulados hasta la fecha lo colocan en la frontera del Salón de la Fama de Cooperstown.

Es apenas uno de 11 lanzadores que suman más de 300 rescates (322) y mil ponches (1,156) en su carrera, con un promedio de abanicados de 14.8 por cada nueve entradas, el más alto entre todos los lanzadores con al menos 500 innings de trabajo en la historia de las Mayores.

Apodado El Misil Cubano, el zurdo holguinero ostenta el récord Guinness por el pitcheo más veloz en la historia, 105.8 millas por hora, que consiguió el 24 de septiembre del 2010, en un juego de Cincinnati ante los Padres de San Diego.

Pero más allá de ese meteórico envío, lo notable de ese día es que los 25 lanzamientos que realizó en aquella salida, todos, absolutamente todos, superaron las 100 mph.

En seis temporadas con los Rojos se estableció como uno de los mejores cerradores del béisbol, con 146 salvamentos y 546 ponches en apenas 319 innings, y su nombre empezó a ser codiciado por los grandes equipos, hasta que en el invierno del 2015, los Yankees de Nueva York lo obtuvieron en un canje por cuatro jugadores intrascendentes.

Pero en el 2016, los Yankees no iban para ningún lado y a mitad de la campaña fue transferido a los Cachorros de Chicago, donde resultó pieza fundamental en la conquista de la primera Serie Mundial de la franquicia en 108 años.

En su breve paso por Chicago, el Misil Cubano salvó 16 juegos en 18 oportunidades, con 46 abanicados en 26.2 episodios, mientras que, en la postemporada, incluido el Clásico de Octubre, logró dos victorias y cuatro rescates, con 21 ponches, en 15.2 capítulos.

Fue una magistral movida gerencial de Nueva York, que obtuvo en el cambio al cotizado prospecto venezolano Gleyber Torres, al tiempo que recuperaron a Chapman en la agencia libre, al firmarlo por seis años y 99.6 millones, que lo convirtieron en su momento en el relevista mejor pagado de la historia.

Con los Yankees siguió acumulando rescates (153) y ponches (453 en 294.1 innings), aunque dejó dos momentos tristísimos para la franquicia, al permitir jonrones cruciales en los playoffs de 2019, ante los Astros de Houston, y 2020 frente a los Rays de Tampa Bay, que decretaron la eliminación de los Yankees en esas postemporadas.

Después de 2022 volvió al mercado como agente libre y fue contratado por un año por los Reales de Kansas City, que lo usaron como moneda de cambio a mitad de temporada y lo enviaron a los Rangers de Texas.

Entonces no fue para actuar como cerrador, sino para lanzar innings intermedios, principalmente el octavo. Pero al igual que ocurrió en 2016, Chapman fue una suerte de amuleto y su nuevo equipo terminó ganando la Serie Mundial, primera corona en la historia de la franquicia tejana.

Nuevamente en la agencia libre, firmó por una temporada para 2024 con los Piratas de Pittsburgh, equipo que, contra todo pronóstico, ha comenzado bien, pero que en caso de las aguas tomen su nivel y se desinfle, podría cambiarlo a mitad de año a algún contendiente necesitado de un relevista de élite.

Va y vuelve a ser un talismán y consigue su tercer anillo de campeón, para cimentar aún más su camino hacia Cooperstown.

Muere a los 76 años O.J. Simpson

O.J. Simpson escucha de pie a la juez municipal Kathleen Kennedy-Powell mientras lee su decisión de aplazar su juicio para el 8 de julio de 1994, en relación con los asesinatos el 12 de junio de su ex esposa Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman.
O.J. Simpson escucha de pie a la juez municipal Kathleen Kennedy-Powell mientras lee su decisión de aplazar su juicio para el 8 de julio de 1994, en relación con los asesinatos el 12 de junio de su ex esposa Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman.

O.J. Simpson, la estrella del fútbol americano y actor de Hollywood que fue absuelto en un sensacional juicio en 1995 por el asesinato de su exesposa, murió a los 76 años.

Simpson, absuelto por un jurado de Los Ángeles en lo que los medios estadounidenses llamaron "el juicio del siglo", murió el miércoles después de sufrir cáncer por varios años, dijo el jueves su familia en las redes sociales.

Simpson evitó la cárcel cuando fue declarado inocente de la muerte a puñaladas en 1994 de su ex esposa Nicole Brown Simpson y su amigo Ronald Goldman en Los Ángeles.

Luego cumplió nueve años en una prisión de Nevada tras ser declarado culpable en 2008 de 12 cargos de robo a mano armada y secuestro a punta de pistola de dos comerciantes de recuerdos deportivos en un hotel de Las Vegas.

Apodado "The Juice", Simpson fue uno de los mejores y más populares atletas de finales de los años 1960 y 1970. Superó una enfermedad infantil para convertirse en estrella de la Universidad del Sur de California y ganó el Trofeo Heisman como el mejor jugador universitario del deporte.

Después de una carrera estelar en la NFL con los Buffalo Bills y los San Francisco 49ers, fue incluido en el Salón de la Fama del deporte.

Simpson aprovechó su estrellato para desarrollar una carrera como comentarista deportivo, publicista y actor de Hollywood en películas como la saga "Naked Gun".

Todo eso cambió después de que Nicole Brown Simpson y Goldman fueran encontrados acuchillados en una grostesca escena frente a su casa de Los Ángeles el 12 de junio de 1994.

Simpson rápidamente surgió como sospechoso. Se le ordenó entregarse a la policía, pero cinco días después de los asesinatos, huyó en su Ford Bronco blanco con un ex compañero de equipo, portando su pasaporte y un disfraz. Una persecución a baja velocidad por el área de Los Ángeles terminó en la mansión de Simpson y luego fue acusado de los asesinatos.

Lo que siguió fue uno de los juicios más notorios en los Estados Unidos del siglo XX y un circo mediático.

Lo tenía todo: una celebridad rica y acusada; un hombre negro acusado de matar a su ex esposa blanca por celos; una mujer asesinada tras divorciarse de un hombre que la había golpeado; un "equipo de ensueño" de abogados carismáticos; y una enorme metedura de pata por parte de los fiscales.

Simpson, quien al comienzo del caso se declaró "absolutamente 100% inocente", saludó a los miembros del jurado y articuló las palabras "gracias" después de que el panel predominantemente negro de 10 mujeres y dos hombres lo absolviera el 3 de octubre de 1995.

Los fiscales argumentaron que Simpson mató a Nicole en un ataque de celos y presentaron extensas pruebas de sangre, cabello y fibras que lo vinculaban con los asesinatos. La defensa respondió que la celebridad acusada fue incriminada por policías blancos racistas.

El juicio paralizó a Estados Unidos. En la Casa Blanca, el presidente Bill Clinton salió de la Oficina Oval y vio el veredicto en la televisión de su secretaria. Muchos afroamericanos celebraron su absolución y vieron a Simpson como víctima de una policía intolerante. Muchos estadounidenses blancos quedaron consternados por su exoneración.

El equipo legal de Simpson incluía a los destacados abogados defensores criminales Johnnie Cochran, Alan Dershowitz y F. Lee Bailey, quienes a menudo superaban a la fiscalía.

Los fiscales cometieron un error memorable cuando ordenaron a Simpson que se probara un par de guantes manchados de sangre encontrados en la escena del crimen, confiando en que le quedarían perfectamente y demostrarían que él era el asesino.

En una demostración muy teatral, Simpson tuvo problemas para ponerse los guantes e indicó al jurado que no le quedaban bien.

Más tarde, Dershowitz calificó la decisión de la fiscalía de pedirle a Simpson que se probara los guantes como "el mayor error legal del siglo XX".

"Lo que este veredicto nos dice es cómo la fama y el dinero pueden comprar la mejor defensa, pueden tomar un caso con evidencia física incriminatoria abrumadora y transformarlo en un caso plagado de dudas razonables", dijo Peter Arenella, profesor de derecho de UCLA, al New York Times.

Posteriormente, las familias Goldman y Brown entablaron una demanda por muerte por negligencia contra Simpson en un tribunal civil. En 1997, un jurado predominantemente blanco en Santa Mónica, California, encontró a Simpson responsable de las dos muertes y le ordenó pagar 33,5 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios.

El 3 de octubre de 2008, 13 años después de su absolución en el juicio por asesinato, un jurado de Las Vegas lo declaró culpable de cargos que incluían secuestro y robo a mano armada.

Estos surgieron de un incidente ocurrido en 2007 en un hotel casino en el que Simpson y cinco hombres, al menos dos de ellos armados, robaron recuerdos deportivos por valor de miles de dólares de dos traficantes.

Simpson dijo que sólo estaba tratando de recuperar su propiedad pero fue sentenciado a hasta 33 años de prisión.

"No quería lastimar a nadie", dijo Simpson, vestido con un mono azul de prisión y grilletes en piernas y muñecas, en su sentencia. "No sabía que estaba haciendo algo malo".

Simpson salió en libertad condicional en 2017 y se mudó a una comunidad privada en Las Vegas. Se le concedió la libertad condicional anticipada en 2021 debido a su buen comportamiento a los 74 años.

La saga de su vida fue contada en el documental ganador del Oscar de 2016 "O.J.: Made in America", así como en varias dramatizaciones televisivas.

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