El canciller galo hizo la declaración después de analizar con el Secretario de Estado, Colin Powell, la situación en Levante.
La visita de Barnier tuvo lugar en momentos en que Washington y París intentan mejorar sus relaciones afectadas por diferencias en torno a la intervención de Estados Unidos en Iraq, a la cual París se opone.
Barnier exhortó al gobierno del presidente George W. Bush a forjar negociaciones entre israelíes y palestinos. “Esa será nuestra prioridad en días venideros”, dijo Barnier después de reunirse el miércoles con Powell durante media hora.
Powell dijo que fija su atención en Israel para que sea flexible y coopere con los palestinos, que ahora preparan sus elecciones del 9 de enero para escoger al sucesor del difunto Yasser Arafat, que presidía a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Powell no ofreció indicio alguno sobre qué espera que hagan los israelíes. “Lo que nosotros tenemos que hacer es ver que esas elecciones se celebren y observar cómo forman su gobierno los palestinos”, comentó Powell. Añadió que en estos momentos es prematuro planear una conferencia de paz y que Barnier y él no habían hablado de eso.
Francia y otros aliados europeos de Estados Unidos demandan que Washington desarrolle un esfuerzo diplomático más vigoroso para promover un acuerdo en Levante mediante el cual ellos esperan ver que Israel ceda territorio conquistado en la guerra para establecer un Estado palestino.
Francia se opuso a la guerra de Estados Unidos en Iraq. En estos momentos, aseguró Barnier, Francia quiere poner la vista en el futuro y el principal objetivo de París es la pacificación de Levante.
Barnier y Powell abordaron con sumo cuidado las diferencias entre sus respectivos gobiernos en el caso de Iraq e insistieron en que los dos países tienen muchísimas más cosas en común.
“Nunca debemos olvidar que Francia y Estados Unidos han sido aliados”, observó Barnier.
A lo que Powell repuso: “Seguiremos amigos. Tendremos diferencias de opinión de vez en cuando”.