El canciller de Jordania, Hani Mulki, dijo que el objetivo del encuentro es consensuar un claro mensaje a los iraquíes de que los comicios tendrán lugar el 30 de enero, como está previsto, y que deben acudir a las urnas para que el país conserve su identidad árabe.
El ministro iraquí de Relaciones Exteriores, Hoshyar Zebari, pidió a los países vecinos que se abstengan de cualquier injerencia que pueda afectar el resultado de las elecciones generales del 30 de enero.
“Nuestro mensaje en la reunión es un llamamiento a estos países para que se abstengan de toda injerencia que pueda afectar los resultados de las elecciones que son cruciales”, declaró Zebari.
Arabia Saudita, Jordania y otras naciones de la zona temen que una baja participación del electorado y el boicot anunciado por los partidos sunitas fortalezcan las aspiraciones de los religiosos chiítas cercanos a Irán y resten poder al movimiento laico y pro occidental que lidera el primer ministro interino de Iraq, Iyad Alawi.
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