El diario The Washinton Post publicó el martes una reseña del evento diciendo que con el ex presidente Bill Clinton a la cabeza, la Convención se inauguró "con una firme y sostenida crítica a las políticas del presidente Bush" y un grito de estímulo a los delegados para que conviertan la amargura causada por el desenlace de la disputada elección presidencial del 2000, "en nueva energía para elegir a John F. Kerry en noviembre".
Otro diario de tendencia liberal, The New York Times, se refirió al hecho de que el ex presidente Clinton Inauguró la Convención Nacional Demócrata con un sistemático desafío al liderazgo del presidente Bush, utilizando el buen humor y el ataque a profundidad para argumentar que el señor Bush había deshilachado a la nación próspera y respetable que él le dejó hace cuatro años".
Ambos periódicos dijeron que Clinton pidió "que se plasme un cambio" en la próxima elección presidencial eligiendo Presidente al senador Kerry.
Sin embargo, Ge Washington Post publicó el martes una entrevista exclusiva con el presidente del sindicato mayor de la Federación Americana del Trabajo-Congreso de Organizaciones Industriales (American Federation of Labor-Congress of Industrial Organizations, AFL-CIO).
En esta entrevista con Andrew L. Stern, líder de un millón 600 mil miembros de la Unión Internacional de Empleados de Servicio (SEIU por sus siglas en inglés: Service Employees International Union) dijo que la elección de Kerry pudiera impedir la necesaria reforma del Partido demócrata mismo y del movimiento obrero en Estados Unidos.
Stern, según publica el diario, todavía cree que en general Kerry sería mejor presidente que el presidente Bush y su gremio ha volcado cuantiosos recursos en la campaña del aspirante demócrata, pero aún así el dirigente obrero alega que la elección de Kerry tendría el efecto de demorar "la evolución" del diálogo dentro del partido.
"La insatisfacción de Stern con AFL-CIO y el Partido Demócrata no es cosa nueva", dice The Washington Post.,"Pero la decisión de manifestar su disgusto en el día inaugural de una convención cuidadosamente preparada ha sido una desagradable sorpresa para los estrategas de la campaña de Kerry que habían estado proclamando su deleite por la ausencia de conflictos internos".
"Durante casi 30 minutos Clinton estuvo al mando de un recinto repleto de delegados demócratas. Provocó risas, vítores y gritos de aprobación con un discurso que atacó la "sabiduría" de las rebajas tributarias de Bush, la forma en que ha manejado la guerra en Iraq y sus intentos por describir a Kerry como un líder débil incapaz de proteger a la nación contra el terrorismo", dice la información de The Washington Post. Agrega el diario que Clinton aseguró que "a causa de sus políticas Bush ha perdido el respeto de otros países y producido una economía (nacional) en peligro a causa de rebajas tributarias que ha obligado a realizar cortes ruinosos en los gastos de la educación, el cuidado de la salud y en los gastos de la policía".