Bush dijo que unos 22,000 soldados de la Guardia Nacional ya estaban en las zonas devastadas o se dirigían a ellas en Luisiana y Misisipí. “Si necesitaran más guardias, habrá más guardias”, advirtió el Presidente. “Pienso que tiene que haber tolerancia cero para las personas que violan la ley durante una emergencia como ésta, ya sea con saqueos o precios inflados en las estaciones de gasolina o los que se aprovechan de las donaciones de caridad o del fraude de los seguros”, dijo Bush en el programa Good Morning, America, (Buenos Días, América) de la cadena nacional de televisión ABC (American Broadcasting Company).
Las gasolineras han aumentado los precios rápidamente después del huracán, por encima de los tres dólares por galón (3.78 litros) y en algunos lugares subieron mucho más a causa de la repentina caída los inventarios del petróleo.
En Nueva Orleans y otras zonas que arrasó el huracán Katrina los ciudadanos se han armado para tomarse la justicia por su mano. La televisión ha mostrado imágenes de hombres armados con fusiles haciendo guardia frente a sus negocios para impedir que los saqueen.
El jefe de la policía de Baton Rouge, la capital del Estado de Luisiana, Jeff Leduff, informó que ya se han producido arrestos y que están en camino refuerzos para proteger a los ciudadanos adecuadamente.
La situación es aún peor en la ciudad de Nueva Orleans, donde hubo disturbios el jueves durante el traslado de miles de personas refugiadas en el estadio bajo techo “Superdome”. Se suspendió el traslado cuando alguien disparó contra un helicóptero militar que buscaba y rescataba gente refugiada en los tejados.
El Fiscal General, Charles Foti, dijo que se estaban creando un centro de detención y un tribunal en las afueras de Nueva Orleans para que se ocupen exclusivamente de los criminales y oportunistas.
La televisión ha mostrado imágenes de gente llevando comida, pañales, agua y medicinas, pero también se ven personas cargando televisores, zapatos, ropa o armas. El Gobernador del Estado de Misisipí, Halkey Barbouir, comentó que ante una tragedia tan terrible, “brota lo mejor de la mayoría de la gente y lo peor de algunas personas”.
Durante la noche de miércoles a jueves, la policía de Nueva Orleáns persiguió a pandillas de saqueadores armados. Hubo disparos en algunos barrios.
El miércoles por la noche hombres armados hirieron a tiros a un soldado de la Guardia Nacional estacionado frente al “Superdome” y desde el martes al jueves dos policías resultaron heridos en tiroteos.