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De coyuntural nada, la crisis en Cuba es crónica, asegura experto


Las guaguas repletas en pleno corazón de La Habana (Foto: Ismael Francisco/AP)
Las guaguas repletas en pleno corazón de La Habana (Foto: Ismael Francisco/AP)

La falta de alternativas para resolver los problemas energéticos que atraviesa Cuba en este momento hace que la crisis no sea “coyuntural” como la calificó el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, sino estructural, dice el respetado economista y académico cubanoamericano Carmelo Mesa Lago.

“A la par que se ha reducido la importación [de petróleo], también ha declinado la producción interna, por lo cual hay un déficit energético severo y en expansión, lo cual no es coyuntural sino crónico o estructural, porque no hay opciones factibles que mejoren substancialmente la situación actual”, escribe Mesa Lago en un artículo que publica OnCuba News.

El economista cubanoamericano Carmelo Mesa Lago, Profesor Emérito de la Universidad de Pittsburgh (Foto: Archivo).
El economista cubanoamericano Carmelo Mesa Lago, Profesor Emérito de la Universidad de Pittsburgh (Foto: Archivo).

El experto cree que la dependencia de la importación de combustible ha aumentado, y al examinar el tema contrasta las garantías que ofrece el gobierno de Díaz-Canel cuando dice que “la base fundamental del sistema energético se mantiene estable en su producción” con las cifras de su propia Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

“La producción de petróleo nacional disminuyó 31% entre 2003 y 2017, de 3,679 mil toneladas métricas a 2,522 mil toneladas, mientras que la producción de gas natural entre 2007 y 2018 mermó 20% de 1,218 millones de metros cúbicos a 970 millones”, subraya el profesor Emérito de Economía y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh.

Añade que la de gas natural se redujo 7% en 2018 con respecto a 2017, y que aunque ONEI no da cifras de la producción de petróleo en 2018, probablemente haya disminuido también, lo cual confirma –como por otra parte dice el propio Díaz-Canel— que en vez de la mitad, la producción nacional solo cubre un 40% del consumo interno.

Refinería de petróleo en Cienfuegos (Foto Archivo/Claudia Daut/Reuters).
Refinería de petróleo en Cienfuegos (Foto Archivo/Claudia Daut/Reuters).

Al revisar las cifras de la importación de petróleo en 2018, que el gobierno no revela oficialmente, el analista aporta datos significativos sobre los principales proveedores de Cuba.

“Venezuela suministra el 75% de la importación total de combustibles, cuyo valor aumentó de $2,243 millones en 2007 a una cima de $6,079 millones en 2013 y mermó a $1,838 millones en 2017, 70% menos que en la cúspide; no hay cifras para 2018 pero, si lo medimos en barriles de petróleo diario, estos alcanzaron 105,000 en 2013 y disminuyeron a 40,000 a mediados de 2019, o 62% menos. Cuba también recibe petróleo de Rusia (en parte pagado por Venezuela), Argelia y Angola, pero el aumento del precio del barril después del bombardeo de la procesadora petrolera saudí en septiembre, encarece el suministro fuera de Venezuela”, escribe Mesa Lago, considerado un decano de Estudios Cubanos y Latinoamericanos.

El experto cuestiona también el discurso oficial de que las tensiones financieras no han afectado el turismo, tercera fuente de divisas, citando, entre otros datos, la merma de 9% en los ingresos brutos en ese renglón en 2018 referida por ONEI, y que la entrada en vigor de la prohibición de cruceros representara $980 millones menos para el país.

Por concepto de recortes en la exportación de servicios la merma fue de $8,000 millones entre 2013 y 2017 a causa de la crisis económica en Venezuela, indica el experto, y llega al único renglón que ha crecido: nada menos que las remesas, “$3,692 millones (solo en efectivo, sin contar bienes)” en 2018, que pudieran afectarse en 2019 por el límite de $4,000 por persona impuesto por la Casa Blanca.

“El análisis anterior”, escribe Mesa Lago, “aporta evidencia de que los problemas económicos de Cuba no son coyunturales, sino que se asientan en una consuetudinaria dependencia sobre un socio extranjero y la incapacidad durante 60 años de no poder sufragar las importaciones con las propias exportaciones, todo ello agravado por el embargo de EEUU”.

Una tabla que compara las dependencias de la Unión Soviética y Venezuela, en la cual anota al pie que entre 1987 y 1989 la “URSS era virtualmente la única inversionista” en Cuba, le sirve para compartir las afirmaciones de Díaz-Canel y Raúl Castro de que esta crisis no desembocará en un segundo “periodo especial”.

“Que la crisis sea de menor magnitud que la de los 90 no quita que sea un agudo problema”, observa de inmediato, y advierte que de cortarse por completo la subvención de Venezuela, la caída en el producto interno bruto cubano (PIB) sería enorme.

El artículo donde aparecen todas estas reflexiones, ¿Problema coyuntural o crisis estructural en Cuba?”, fue publicado este martes. Un día después, el mismo portal de internet reveló un listado de medidas propuestas por los economistas cubanos frente a la crisis, en el que Mesa Lago enuncia, una por una, las sugerencias hechas por un grupo de especialistas de la isla.

Cita a José Luis Rodríguez, Omar Everleny Pérez Villanueva, Pavel Vidal, Julio Carranza, Pedro Monreal, Humberto Pérez, Juan Triana Cordoví, Ricardo Torres, Armando Nova González, Joaquín Benavides, Juan Ferrán y Esteban Morales.

Para cerrar el análisis del martes, Mesa Lago había dicho:

“Por muchos años, los economistas cubanos han puesto hincapié en la dependencia económica cubana y propuesto políticas para disminuirla, pero estas no han sido escuchadas y seguidas; es hora que se preste atención a los expertos para evitar que se repitan las crisis”.

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