El urbanizador Pedro Martín, que compró la Torre la semana pasada, dijo a El Nuevo Herald que el museo será dedicado a la historia cubano americana y a la del edificio en donde una vez estuvo el diario The Miami News el pasado siglo y más tarde sirvió para prestar ayuda a los cubanos que escapaban de la dictadura de Fidel Castro.
Según el diario, Martín rehusó revelar la suma que ha pagado por la Torre a los herederos de Jorge Mas Canosa, difunto dirigente de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y fundador de la empresa MasTech con sede en Miami.
Ambas entidades de la familia Mas compraron la Torre en 1997 por la suma de cuatro millones, 100 mil dólares para convertirla en museo y sede de FNCA.
Aunque gastaron 16 millones de dólares en la reparación y remodelación del histórico edificio, nunca hubo museo ni la FNCA se mudó para él.
Ahora Martin ha comprado también la propiedad adyacente y dijo a El Nuevo Herald que piensa construir al lado de la Torre un edificio para residencias y establecimientos comerciales.
Jorge Mas Santos, hijo de Jorge Mas Canosa, ha declarado que a pesar de la venta, el sueño de la familia Mas de establecer un museo de Historia será una realidad porque “la Torre de la Libertad está en buenas manos”.