Según informaron fuentes policiales, las explosiones se produjeron a las 16h00 y las 16h10 GMT, poco tiempo después que un informante anónimo advirtiera de las bombas y su localización al diario independista vasco Gara. Según reporte de la agencia de noticias AFP, el rotativo Gara suele ser usado como canal de comunicaciones por la ETA.
La primera explosión se produjo en los jardines públicos de Santander donde el artefacto explosivo había sido colocado cerca de un árbol. La segunda bomba hizo explosión cerca de la concurrida playa de San Lorenzo en Gijón.
Se informó que esta segunda bomba fue la que hirió a un anciano de 78 años que cayó al suelo como consecuencia de la onda expansiva sufriendo “traumatismos faciales leves” y contusiones en la espalda y en la pierna. Estos dos atentados fueron similares a los que ETA realizó el pasado sábado en otras localidades al norte de España.
Según la agencia de noticias Reuters, los cuatro atentados de ETA en menos de una semana, representan una presión adicional sobre la nueva administración socialista del Presidente de Gobierno Rodríguez Zapatero ya que próximamente tiene pautado un ciclo crucial de conversaciones entre Madrid y la intranquila región de las vascongadas.
Los ataques del sábado y del jueves han sido condenados por todas las fuerzas políticas democráticas de España, que no han dudado en atribuir a ETA la autoría de las detonaciones, ya que el modus operandi de los atentados se enmarca dentro de las tradicionales campañas de ETA en contra del turismo de los meses de verano en el país vasco.
Desde 1968 ETA ha asesinado a más de 800 personas en su campaña terrorista por un estado independiente.