En una conversación con el diario El Nuevo Herald el día de su juramentación, el legislador dijo que no ve con malos ojos el establecimiento de contactos “pueblo a pueblo”, pero no como se desarrollaron durante el gobierno del ex presidente Bill Clinton.
Martínez opinó que “esos contactos deben ser mutuos, no una forma encubierta de promover el turismo y los viajes a la isla”. Añadió que debe ser una forma de llegar directamente a la sociedad civil, de modo que se pueda “promover la democracia y llevar la democracia a Cuba”.
El congresista se manifestó por el envío de ayuda financiera y material a la disidencia interna, pero indicó que le gustaría que hubiera una contabilidad de esos fondos a través de organizaciones “de seriedad reconocida”.
En ese sentido, mencionó a la Iglesia Católica y otras entidades similares, que pueden también ser parte del exilio cubano.
El senador Martínez es miembro de la poderosa Comisión de Relaciones Exteriores del Senado. También integra las Comisiones de Asuntos Bancarios, de la Tercera Edad y Energía.
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