Molina declaró a la Agencia Francesa de Prensa que no ha desistido en manera alguna ni va a cesar en lo que está en su modesto alcance para que se respete ese derecho suyo.
El ex jefe de gabinete de la Cancillería Argentina y ahora asesor jurídico de la familia, Eduardo Valdés, informó el martes en Buenos Aires que la esposa del hijo de Molina, Roberto Quiñones, y los dos nietos de la neuróloga viajarán en mayo a La Habana.
La especialista, que hasta 1994 fue directora del Centro Internacional de Restauración Neurológica, una institución oficial cubana, piensa que la decisión de sus familiares en Argentina es un primer paso de flexibilización ante la intransigencia del régimen de Cuba.