Hay quien cree que el aplazamiento constituyó un desaire al deseo del presidente George W. Bush para que se cumpliera el plazo del 15 de agosto para no perder el impulso político y restar empuje a la mortífera insurgencia aunque algunos asuntos constitucionales no estuvieran resueltos todavía.
Sin embargo, el Departamento de Estado de Estados Unidos, que sigue las pautas del Presidente en política exterior, restó importancia el lunes a “las diferencias de última hora” que dieron lugar al aplazamiento.
Líderes iraquíes dijeron el martes que porciones importantes del borrador de la Constitución que tienen que ver con el papel del islam y el poder de los gobiernos locales no se habían podido determinar aún.
“No debemos ser presurosos respecto a esos temas; la Constitución no debe nacer imperfecta”, declaró el primer ministro Ibrahim Al Ya-afari, de la secta shiíta, poco después de la breve sesión parlamentaria del lunes donde se aprobó el aplazamiento.
Aún no había acuerdo en relación con porciones fundamentales de la Constitución, dijeron legisladores shiítas, como los derechos de la mujer (tema ligado al papel del islam en Iraq) y el derecho de los curdos a separarse eventualmente.
Por su parte Al Ya-afari dijo que las impedimentas fundamentales son el federalismo y la distribución de la riqueza del petróleo, que es otra manera más amplia de aludir a las demandas de autonomía curdas y shiítas.
Sean McComarc, portavoz del Departamento de Estado, dijo el lunes que hay que tener en cuenta que anteriormente ya hubo un proceso similar cuando los iraquíes elaboraban la Ley de Transición Administrativa y que ahora de nuevo tienen que resolver asuntos igualmente difíciles.
Por su parte, la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, aseguró que el aplazamiento de la presentación de la nueva Constitución no obstaculizará los esfuerzos iraquíes para democratizar a la nación.
Rice subrayó que ya se está viendo el progreso hacia la democracia y reiteró su confianza de que se ese proceso culminará con éxito porque a eso se han comprometido los líderes iraquíes.