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Ángel Santiesteban o la soledad del desierto


Varios policías vigilan la sede del Tribunal Provincial de La Habana.
Varios policías vigilan la sede del Tribunal Provincial de La Habana.

Santiesteban: ¡sería el primer escritor en el mundo condenado por tener la letra inclinada!

El escritor Ángel Santiesteban publica en su blog "Los hijos que nadie quiso", que finalmente los castristas decidieron efectuar la vista pública de su caso después de tres años de continuas torturas y falsas investigaciones, luego de que la Fiscalía retirara más de cinco cargos que llegaban a la exorbitante suma de 54 años de cárcel.

Asegura el Premio Carpentier de las letras cubanas que a esos cargos se añadían varias acusaciones que agregaban otros treinta años, por lo que la suma total se acercaría a los noventa años de reclusión para su persona, pero que alguna mano poderosa decidió desestimarlos, porque comprendieron que no lograban su propósito de atemorizarlo y detener su blog "loshijosquenadiequiso.blogspot.com", y también, porque ante la opinión internacional hacían el ridículo.

Asegura el autor que el juicio lo hicieron en la sala especial del Tribunal de la barriada de la Víbora (no es casualidad el nombre del reptil), que los cargos que aún le mantienen son violación de domicilio y lesiones, y que “desde que llegamos al tribunal ya los miembros de la Seguridad del Estado habían montado por los alrededores, en mi honor, un despliegue peliculero al estilo de los regímenes totalitarios. Habían estacionado autos oficiales de la policía y algunos encubiertos en todas las intercepciones que rodeaban la zona. También tenían listas las famosas turbas paramilitares, el supuesto “pueblo enardecido”, que lanzan encima de las Damas de Blanco y el resto de los opositores, (y) que, según la versión oficialista, “acuden espontáneamente a los actos de repudio”, y que nos mantenían la mirada fría, rebosante de odio, como los perros de presa de los rancheadores, dispuestos a saltar sobre el cimarrón a una orden del amo”.

Escribe Santiesteban que, como se esperaba, la Fiscalía no presentó ninguna prueba contundente o verosímil y se limitó a exponer una palabrería hueca, carente de la más mínima credibilidad. “La parte risible fue cuando la perito, teniente coronel, aseguró que, por las pruebas caligráficas, yo era culpable por el estúpido detalle del tamaño y la inclinación de mi escritura. Mi abogado le preguntó que si la pericial era una hipótesis, un diagnóstico, a lo que la oficial respondió que era seguro 100 % que yo era culpable y que no había margen de error. Esa fue la “prueba” que presentó la Fiscalía, y, por ese motivo, mantuvo la petición de seis años de cárcel”.

Continúa el escritor en su blog: “Es decir que ¿voy a ser culpable sólo por algo tan vago e impreciso como el tamaño y la inclinación de mi caligrafía? Creo que seré el primer escritor acusado en la historia de la humanidad por escribir con “cierta” inclinación, y dibujar mis letras de un tamaño muy sospechoso. Sin embargo, por parte de la defensa se presentaron una variedad de testigos que aseguraban mi inocencia en cuanto a los falsos cargos que se presentaron en mi contra. Se demostró, además de la falta de literatura de la perito, errores de estructura, de forma y de hecho en las acusaciones, y se desnudó las falsas estrategias de la Fiscalía, y su búsqueda fallida al intentar atrapar a un inocente que había demostrado con creces su inocencia en cuanto a las acusaciones en su contra”.

Agrega el autor: “Según los amigos que presenciaron la vista, algunos de ellos abogados, ex jueces, y ex fiscales, me dijeron que era una vergüenza que la Fiscalía presentara aquella farsa tan evidente, y que, con seguridad, era indiscutible que se había demostrado que los cargos presentados contra mí, no tenían ninguna seriedad. Pero algunos me aseguraron que antes de comenzar el juicio ya estaba tomada la decisión, que el veredicto no lo toman los jueces cuando existe, como en mi caso, un criterio político que es el que decide mi inocencia o no”.

Un detalle interesante es que al juicio también asistió una representación de la Unión de Escritores y Artista de Cuba” (UNEAC), y la abogada jurídica que representa esa institución, quien permaneció en el juicio, aseguró que, desde su punto de vista, debían, sin lugar a dudas, dictaminar la absolución del autor.

“Finalmente la vista terminó conclusa para sentencia, que dictaminará la jueza en los próximos días, no sin antes advertirme que si no quedaba conforme con su dictamen, (...) tendría diez días para la apelación. Insisto, como inocente, que no aceptaré ni cinco pesos de multa, que el tiempo de condena en prisión que se disponga, lo cumpliré, desde el primer día, en huelga de hambre".

"Ahora suceden las horas de espera por una sentencia que será dictada en contra de la honesta decisión de un cubano de informar al mundo, a través de su blog, los atropellos que comete el régimen cubano”.

Ángel Santiesteban, nacido en La Habana en 1966, es graduado de Dirección de Cine. En 1989 ganó mención en el concurso Juan Rulfo, que convoca Radio Francia Internacional, y en consecuencia su relato fue publicado en Le Monde Diplomatique, Letras Cubanas y la revista El cuento, de México.

En 1995, Santiesteban gana el Premio Nacional de la UNEAC, pero por su visión humana (o inhumana) hacia la realidad de la guerra en Angola, donde participaron los cubanos por espacio de 15 años, fue retenida su publicación; el libro en cuestión, "Sueño de un día de verano", vino a publicarse en 1998.

En 1999 ganó el premio César Galeano, que convoca el Centro Literario Onelio Jorge Cardoso. Y en el 2001, obtiene el premio Alejo Carpentier que organiza el Instituto Cubano del Libro con el conjunto de relatos "Los hijos que nadie quiso". En 2006 gana el premio Casa de las Américas en el género de cuento con el libro "Dichosos los que lloran".

Su obra ha sido publicada en México, España, Puerto Rico, Suiza, China, Inglaterra, República Dominicana, Francia, Estados Unidos, Colombia, Portugal, Martinica, Italia y Canadá, entre otros países.

Preguntado por MartiNoticias sobre si su blog "Los hijos que nadie quiso", pudiera ser causa del ensañamiento del régimen hacia su persona, Santiesteban dijo: “Todos mis dilemas han comenzado a partir (de) que abrí el blog. Nunca tuve ningún problema con la justicia, salvo aquella injusta prisión por acompañar a mis hermanos a la costa cuando se iban del país, y un accidente de tránsito. Sin embargo, ahora soy violador, ladrón, abusador, un criminal de los peores que se puedan imaginar. Yo me avergüenzo de todas esas acusaciones. Aunque mi consciencia esté tranquila no puedo evitar ruborizarme. Todo comenzó a partir del blog. Me golpearon en plena calle después de amenazarme, y como no fue suficiente entonces emprendieron esta historia conmigo, pero que no han podido materializar; aún es un intento sin pies ni cabeza. Como están acostumbrados a hacer este procedimiento sin que nadie los cuestione, en mi caso, lo han pensado mejor, han hecho hasta lo imposible por buscar apariencia, relacionarme de alguna forma con, por ejemplo, este testigo falso (del) que ya te hablé, pero saben que no es suficiente, (a) ellos mismos les resulta difícil de creérselo”.
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