Yoennis Céspedes irrumpió en el escenario del béisbol de Grandes Ligas al más fiel estilo de las estrellas hollywoodenses. Flashes, glamour y enormes expectativas, avalado por un histrionismo que labró, en Cuba, a fuerza de batazos, engarces espectaculares y físico envidiable. Virtudes sumamente apetecibles y que por supuesto, no pasaron desapercibidas para los cazatalentos de la Gran Carpa.
Ya le conocían. Su puesta en escena durante el II Clásico Mundial de Béisbol (2009) fue casi perfecta y le llevó a integrar el Equipo Todos Estrellas de la competencia. Pero en República Dominicana presentó, durante la evaluación, un verdadero catálogo de habilidades deportivas. Eso bastó para que acabaran rendidos… a sus pies y en consonancia estuvieron sus recomendaciones.
Por ahí se rumora que los servicios del muchacho de Campechuela están valorados entre 30 y 60 millones de dólares, cifra que “amenaza” el contrato de 32.5 millones que firmaron los Medias Blancas de Chicago y Alexei Ramírez, hasta la fecha el más suculento obtenido por un compatriota.
El hijo de la exsofbolista Estela Milanés dejó de ser un pelotero, como tantos otros, que sueña probarse en el mejor béisbol del mundo y hacer fortuna, para convertirse en una de las perlas más codiciadas de cara a la temporada ligamayorista que arranca en los albores de abril.
Según Edgar Mercedes, los clubes que más interés tienen por negociar con su representado son Medias Rojas de Boston; Tigres de Detroit, Orioles de Baltimore, Philis de Filadelfia, Rangers de Texas, Cachorros de Chicago y Yankees de Nueva York.
El nombre de los Marlins de Miami también ha sonado con fuerza. A propósito, el outfilder y su representante deberían considerar seriamente esa oferta porque tendría menos complicada su adaptación al país, al residir en una ciudad donde el idioma español y los cubanos son mayoría. Panorama que le haría sentirse como si estuviera en casa.
Quienes lo vimos jugar en Cuba sabemos que Céspedes vale su peso en oro y es justificado el alboroto mediático. Es un bateador de poder, capaz de dirigir la pelota hacia cualquier parte del terreno; veloz en bases; excelente brazo y con amplio desplazamiento defensivo.
Su talento en todos los órdenes del juego solo tenía paralelo en las figuras del estelar Yuliesky Gourriel (Sancti Spíritus) y las promesas Rusney Castillo (Ciego de Ávila) y Yasiel Puig (Cienfuegos). Aunque a veces no recibió toda la confianza que necesitaba para explotar y establecerse como jardinero titular del equipo nacional.
Céspedes escogió un momento dulce para reencauzar su carrera, pues en la campaña número 50 de la Serie Nacional rompió el récord de jonrones al conectar 33, impulsó 99 carreras, pegó en total 51 extrabases, promedió 333, tuvo porcentaje de embasado de 424 y un OPS de 1.091.
Pero sí aumentó su valor en el mercado, la presión sobre las espaldas de este joven de 26 años resulta directamente proporcional. Todos los ojos están encima de él. Quizás por esa razón, y por la necesidad de adaptarse a un béisbol más exigente, su paso por las Águilas Cibaeñas de la Liga Invernal Dominicana no haya estado a la altura de las expectativas.
No obstante, en los últimos partidos ha brindado destellos de su talento y todavía tendrá opciones de seguir creciendo porque su equipo será contendiente al título del torneo junto a Leones del Escogido. Y de ganar, será el representante quisqueyano en la Serie del Caribe de 2012.