El fiscal general de Cuba, Darío Delgado, declaró el martes que el caso se mantiene en la misma situación, y no ha concluido. Señaló que cuando concluya, se dará la respuesta.
Gross, de 61 años, está detenido desde el 3 de diciembre de 2009. Fue arrestado en el Aeropuerto Internacional José Martí, cuando regresaba a su hogar.
Estados Unidos exige su liberación, pues no cometió delito alguno. Asegura que estaba en Cuba para dar equipos de comunicación a la pequeña comunidad judía en la isla.
En septiembre, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Latinoamérica, Arturo Valenzuela, se reunió con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, para pedir la liberación de Gross.
El Departamento de Estado ha indicado en el pasado que el arresto de Gross es uno de los obstáculos en la relación de Estados Unidos con Cuba.
Judy Gross, la esposa de Alan, dijo a la agencia Reuters que su esposo había estado en Cuba cinco veces durante el período de nuevo meses antes de su arresto.
En varias ocasiones, Judy ha pedido al gobierno comunista la liberación de su marido, y le ha enviado una carta a Raúl Castro con ese propósito. También dio a conocer que Alan tiene una hija con cáncer, y que lo humanitario sería dejarlo regresar a su hogar.
Gross trabaja para una empresa cerca de Washington que brinda servicios a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID.