En un discurso pronunciado en la ciudad de Los Ángeles, Cheney citó dos importantes victorias de los Estados Unidos a fines del año 2,003: la captura del ex gobernante iraquí Saddam Hussein y el anuncio de Libia de que revelaría y desmantelaría voluntariamente sus programas de armas nucleares y biológicas.
El vicepresidente Cheney afirmó que la guerra en Iraq y la lucha contra el terrorismo están vinculadas.
Por su parte, el senador demócrata Edward Kennedy acusó al gobierno del presidente George W. Bush de quebrantar la fe del pueblo norteamericano al librar lo que describió como una guerra innecesaria en Iraq.
Kennedy aseveró que la Casa Blanca aprovechó el temor generado por los atentados terroristas del 11 de septiembre y -- según palabras-- distorsionó la verdad sobre los programas iraquíes de armas para justificar la guerra. Sin embargo, el senador reconoció que ahora los Estados Unidos NO pueden abandonar a Iraq.