Según informaron fuentes jurídicas, tres de los detenidos han sido acusados de colaboración con organización terrorista.
A los otros dos se les ha imputado un delito de integración y otro de inducción al suicidio terrorista, porque presuntamente reclutaban a guerreros islámicos para enviarlos a Iraq.
Todas estas detenciones se produjeron en dos operaciones simultáneas desarrolladas por la Policía en las que intervinieron quinientos agentes.
Los acusados fueron localizados en varios puntos de las regiones de Cataluña y Andalucía, el sureste de la costa Mediterránea y en las ciudades de Madrid y Ceuta, esta última en el norte de África.