El documento dice que durante el año pasado persistieron en la región la práctica de la tortura, los asesinatos cometidos por la policía y los arrestos arbitrarios.
“Las instituciones democráticas y el imperio de la ley están en peligro en gran parte de América Latina. La inestabilidad política alimentada por la corrupción, el crimen organizado y las desigualdades económicas amenazan con dar al traste con varios gobiernos”, afirmó el grupo civilista.
La entidad afirmó que en Venezuela y Haití la prolongada inestabilidad ha llegado a niveles de crisis. Añadió que los grupos armados ilegales y las bandas criminales vinculadas al narcotráfico han tenido un impacto negativo en la situación de los derechos humanos, y en ese caso mencionó a Colombia.
Sin embargo, Amnistía Internacional se refirió a desarrollos positivos en la región, incluyendo las vigorosas campañas llevadas a cabo por organizaciones civilistas regionales que responsabilizaron tanto a gobiernos como a grupos armados ilegales por violaciones de los derechos humanos.