Bush y el regente Abdalá analizaron la situación petrolera mundial con el crudo a precios sin precedentes y la falta de señales de que pronto habrá alivio.
Bush dijo después de la reunión que el príncipe Abdalá, que actúa como regente del reino árabe debido a la enfermedad del rey Fahd, “comprende que es muy importante que el precio (del petróleo crudo) sea razonable”.
Un portavoz saudita, Adel Al-Jubeir, dijo en Crawford mientras Bush y Abdalá hablaban, que Arabia Saudita tiene la capacidad para aumentar la producción de su petróleo si los clientes lo pidieran, pero acto seguido manifestó que ese aumento a lo mejor no generaría una caída en los precios en Estados Unidos.
Al-Jubeir dijo a los periodistas que nadie ha pedido más suministro de petróleo y que “en lo que respecta a la situación de la oferta y la demanda, creemos que los suministros son adecuados”.
“No hay una escasez de petróleo crudo en el mundo; lo que vemos es una escasez de la capacidad de refinamiento y una escasez de infraestructura que provocan un aumento del precio del producto”, añadió el funcionario árabe saudita.