“Traeremos al país entre 60,000 y 70,000 soldados y cerca de 100,000 miembros de sus familias y personal civil del Ejercito”, anunció Bush durante un discurso ante una organización de ex combatientes en Cincinnati.
“Durante décadas, las fuerzas estadounidenses en el exterior se quedaron centralmente allí donde terminaron las guerras del siglo pasado, en Europa y Asia. La estructura de las fuerzas estadounidenses estaba concebida para protegernos, así como a nuestros aliados, de una agresión soviética. Esta amenaza no existe más”, afirmo Bush.
Esta acción ha sido planificada durante años, después de muchos debates en el Congreso de los Estados Unidos y en foros internacionales donde se discutió la posición que debían tomar las tropas norteamericanas para facilitar una rápida respuesta en un mundo donde existen nuevas amenazas terroristas y un Medio Oriente volátil.
Una cantidad significativa de las tropas serán mandadas a bases militares en los EE. UU., aunque otras serán ubicadas a nuevos puestos militares en Europa del Este según fuentes de la Casa Blanca.
“Desplazaremos algunas de nuestras tropas y capacidades a nuevos lugares para que puedan enfrentar rápidamente nuevas e inesperadas amenazas. Utilizaremos las tecnologías del siglo XXI para poder desplegar rápidamente fuerzas de combate más poderosas. Este nuevo plan nos ayudará a combatir las guerras del siglo XXI, fortalecer nuestras alianzas en el mundo mientras construimos nuevas alianzas para proteger la paz. Esto reducirá la presión sobre nuestros soldados y sus familiares”, dijo Bush.
El secretario de defensa, Donald Rumsfeld dijo, que el cambio se tomará años para completar y no espera que haya un movimiento de tropas inmediatamente.