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DECLARACIONES DEL PRESIDENTE GEORGE W. BUSH


"Parte del debate en realidad se basa en el hecho de que la gente no cree que Irak puede ser libre. Que si usted es musulmán, o si su tez es bronceada, usted no puede ser libre o gobernarse a sí mismo. Yo estoy fuertemente en desacuerdo con ese modo de pensar. Lo rechazo porque creo que la libertad es la necesidad más profunda en toda alma humana y que, si se le da la oportunidad, el pueblo iraquí no solamente podrá gobernarse a sí mismo, sino que además será una sociedad estable y libre".

"Vamos a tener éxito", prometió Bush en una conferencia de prensa de casi sesenta minutos que fue televisada a la hora de mayor audiencia. "En este conflicto, no hay otra opción que una acción decidida".
El Presidente reconoció que las últimas semanas han sido "difíciles" para cerca de 135,000 soldados americanos apostados en Irak, pero rehusó comparar la situación allí con la Guerra de Vietnam. Advirtió del peligro de un fracaso y de "las consecuencias impensables" que podría generar.

Se declaró dispuesto a mandar más tropas a Irak:
"Si se necesitan fuerzas suplementarias, las enviaré", aseguró el Presidente y pidió una nueva resolucin del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que "ayude a otras naciones a decidirse a participar" en la reconstrucción del país árabe y ampliar as el número de naciones que integran la Coalición.

Resumen de las declaraciones del Presidente de Estados Unidos en su conferencia de prensa del martes por la noche en la Casa Blanca:
  • El 30 de junio la soberanía de Irak será entregada a los iraquíes. Si es necesario se despacharán más tropas para Irak. Las consecuencias de un fracaso en Irak son impensables. La operación militar de Estados Unidos en Irak no se parece en nada a la Guerra de Vietnam. No hay una sublevación general en Irak, sino violencia desatada por tres grupos insurgentes: residuos de seguidores del dictador Saddam Hussein, extremistas religiosos y terroristas extranjeros. La violencia no se debe a ninguna religión, sino a la acción de enemigos de la democracia que se quiere establecer en Irak. La mayoría de los iraquíes están felices por haber sido librados de la tiranía de Saddam Hussein. Sobre los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 Bush declaró que si él hubiera tenido la más mínima idea de que terroristas iban a apoderarse de aviones comerciales para lanzarlos contra edificios, él habría removido cielo y tierra para proteger a la nación, como lo hace ahora para impedir nuevos ataques. Ahora es el momento de intensificar la guerra contra el terrorismo a cuyos autores calificó de fanáticos que pretenden oprimir a las mujeres y asesinar judíos y cristianos. Cualquier concesión a los terroristas los envalentonaría y los empujaría a provocar un mayor derramamiento de sangre; por primera vez desde el 11 de septiembre, el Mundo Libre les ha dado una respuesta colectiva. La situación actual en Irak es una oportunidad para cambiar al mundo. Bush dijo que aunque ahora se está mejor preparado para contraatacar al terrorismo, quiere una nueva resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que más países envíen ayuda a Irak. Reafirmó el compromiso de su gobierno con la libertad y la democracia para los iraquíes y todas las naciones del mundo. Insistió en que el memorando del 6 de agosto del 2001 no revelaba sospechas concretas sobre la posibilidad de que se llevaran a cabo los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington. Antes del 11 de septiembre Estados Unidos no estaba en guerra, pero el enemigo terrorista sí lo estaba. Vinculó con los grupos terroristas islámicos Hamas y Hezbolá, al líder religioso extremista shiíta Moktada al-Sadr, cabecilla del alzamiento contra la Coalición en Irak. Bush habló de los cambios democráticos que tendrán lugar en Irak cuando la soberanía de la nación árabe pase a ser la responsabilidad de sus propios dirigentes políticos.
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