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Cuba

Proyecto Varela: la obra maestra de Payá y el MCL

ARCHIVO. Payá tras la entrega de dos proyectos de ley en la Asamblea Nacional.
ARCHIVO. Payá tras la entrega de dos proyectos de ley en la Asamblea Nacional.

Empezó como la visión febril de un moderno profeta. Lo insólito es que se materializara. Los protagonistas nos cuentan cómo.

El laico cubano Dagoberto Valdés, ex miembro de la Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia Católica y ex director de la prestigiosa revista Vitral y ahora de Convivencia, ha llamado al Proyecto Varela “el ejercicio cívico más importante en el último medio siglo” en Cuba.

Payá (d) abandona la sede del Parlamento cubano luego de entregar una caja con 14364 firmas de ciudadanos avalando las reformas que promueve el Proyecto Varela. Lo acompañan su esposa y un activista del MCL.
Payá (d) abandona la sede del Parlamento cubano luego de entregar una caja con 14364 firmas de ciudadanos avalando las reformas que promueve el Proyecto Varela. Lo acompañan su esposa y un activista del MCL.
Algunos datos rápidos pueden confirmar esa aseveración: a pesar del "miedo ambiente", cerca de 25.000 cubanos –se entregaron a la Asamblea Nacional 11,020 firmas en mayo del 2002 y 14,384 en octubre del 2003-- avalaron con sus nombres, rúbricas, direcciones y números de carnet de identidad su apoyo al Proyecto; el gobierno se vio forzado a convocar una de sus votaciones compulsivas para enmendar su propia Constitución y blindar como “irrevocable” el socialismo totalitario; y más de la mitad de los 75 condenados de la Primavera Negra del 2003 pertenecían a lo que la gente había empezado a llamar “los Varela", los infatigables gestores del programa que se quería llevar a plebiscito.

Se necesitaría tener la visión política y la ecuanimidad cristiana que reunía el ingeniero Oswaldo Payá Sardiñas para concebir y luego convertir en realidad un proyecto despojado de rencores, polaridad y apasionamientos, diseñado de forma tal que muchos cubanos pudieran apoyarlo a la primera lectura.

En entrevista con el periodista cubano radicado en México Edelmiro Castellanos, publicada por la revista Letras Libres, Payá, que había fundado en 1988 el Movimiento Cristiano Liberación (MCL), resumió la esencia de su plan:

“Entre 1996 y 97, redacté el Proyecto Varela, que el MCL adoptó como propio. Se basa en un derecho establecido en la Constitución vigente, según el cual los ciudadanos pueden proponer cambios en el orden jurídico, y así se propone que, mediante la consulta popular, el pueblo decida sobre la realización de los cambios y el alcance de los mismos. Este referéndum no es sobre un sistema político, sino sobre algo más primario, los derechos fundamentales, que ni la ley ni la práctica respetan. El pueblo decidiría si la ley debe cambiar para que se garanticen esos derechos”.

El opositor cubano Oswaldo Payá, líder del MCL, junto a otros opositores sin identificar, anunció el 22 de noviembre de 2007, en La Habana, la creación de un "Comité Ciudadano de Reconciliación y Diálogo"
El opositor cubano Oswaldo Payá, líder del MCL, junto a otros opositores sin identificar, anunció el 22 de noviembre de 2007, en La Habana, la creación de un "Comité Ciudadano de Reconciliación y Diálogo"
Al basarse en un derecho presente en la Constitución Socialista de 1976 (el consignado en el artículo 88 que permite a los ciudadanos proponer leyes si 10.000 electores registrados presentan sus firmas a favor de la propuesta), Payá aprovechó, como antes los movimientos disidentes de Europa del Este, los errores del contrario. Por ejemplo, Carta 77 en Checoslovaquia se basó para sus demandas en la firma, ratificación y promulgación por el gobierno comunista de los Pactos Internacionales de Derechos Humanos. Un “error” que el gobierno totalitario cubano sigue aplazando hasta las calendas griegas.

Vale la pena dejar constancia de que Payá nunca fue un disidente, porque no fue ni pionero, pero sí fue reprimido por sus principios (una vez lo condenaron a trabajos forzados por negarse a transportar a unos presos políticos mientras cumplía el Servicio Militar) y por lo que Dagoberto Valdés llama “el martirio civil cotidiano de todos los que son tratados como ciudadanos de segunda clase, como “no confiables” (…) por tener creencias religiosas.

Además de su legalidad, importante para vencer el “miedo ambiente” cubano, el Proyecto Varela tenía las virtudes de su sencillez y su sensatez: cinco puntos a llevar a un referendo, que cabían en un pequeño plegable, se podían leer en un minuto, y con los cuales cualquiera se podía identificar:

--Derecho a la libre asociación.

--Derecho a las libertades de expresión y de prensa.

--Amnistía para los presos políticos.

--Derecho de los cubanos a formar empresas de propiedad individual y cooperativa, armonizando esta participación de los ciudadanos en la economía con la orientación social de la empresa, el respeto al consumidor y los derechos de los trabajadores.

--Una nueva ley electoral, para que los candidatos a delegados a la Asamblea Municipal y la Provincial, y los candidatos a Diputados a la Asamblea Nacional fueran propuestos y escogidos directamente por los electores de su circunscripción, con pluralidad de candidatos y permiso para hacer campaña electoral.

Payá muestra su premio Andrei Sajarov en el Parlamento Europeo.
Payá muestra su premio Andrei Sajarov en el Parlamento Europeo.
El impacto internacional del Proyecto Varela es conocido: el presidente Jimmy Carter lo alabó públicamente en La Habana en mayo del 2002, apenas días después de la entrega de las primeras firmas. Y el Parlamento Europeo le otorgó a Payá su Premio Andrei Sájarov de 2002 a la libertad de conciencia. El prestigio del fundador del MCL era tal que el gobierno accedió a que viajara a Estrasburgo a recoger el galardón en noviembre de 2002.

Y nadie le creyó al inefable canciller Felipe Pérez Roque cuando meses después intentó justificar la ola represiva de marzo del 2003 y desacreditar al proyecto y su autor—quien a diferencia de otros opositores nunca aceptó ayuda de Estados Unidos—con las consabidas acusaciones de mercenarios pagados por USA: “El Proyecto Varela forma parte de la estrategia de subversión contra Cuba, ha sido concebido, financiado y dirigido desde el exterior, con la participación activa de la Sección de Intereses norteamericana en La Habana; forma parte del mismo esquema de subversión, no tiene el menor asidero en las leyes cubanas, es una burda manipulación de la Constitución y las leyes de Cuba”.

Pero lo que le preocupaba más al gobierno no era el impacto internacional del proyecto, sino justamente su autenticidad y la extraordinaria movilización social que estaban logrando sus activistas alrededor de un plan oficialmente vetado como “contrarrevolucionario”.

DEL SUEÑO A LA REALIDAD

ARCHIVO. Alejandro González Raga a su llegada a Madrid.
ARCHIVO. Alejandro González Raga a su llegada a Madrid.
A principios del 2002 recuerdo haber llamado por teléfono desde Radio Martí al periodista independiente camagüeyano Alejandro González Raga. Desde 1995 el periodismo independiente se había ido extendiendo por toda la isla y yo peinaba telefónicamente a diario el territorio nacional, en busca de crónicas y reportajes, en las voces de sus autores, para el programa Sin Censores ni Censura. Pero González Raga me pidió que lo disculpara, porque él y su colega y coterráneo Luis Guerra Juvier estaban tan ocupados recogiendo firmas para el Proyecto Varela que no tenían tiempo para escribir.

Una decisión que hasta hoy no lamenta, pese a que González Raga cumplió en las prisiones cubanas la mitad de la sentencia a 14 años de prisión dictada contra él en abril del 2003. Desde Madrid, donde vive desterrado y dirige el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, contó a martinoticias sus vivencias en torno al “ejercicio cívico más importante en el último medio siglo en Cuba”.

“Los plegables, con una síntesis del proyecto y la boleta para recoger las firmas, nombre, dirección y número de identidad de hasta diez firmantes, había que ir a recogerlos a La Habana, a casa de Oswaldo. Traíamos cada vez entre varios centenares y un millar. Luego repartíamos los plegables en la calle, o tocando puertas, o visitando a amigos que invitaban a otros amigos --hay que recordar que no había celulares, nos comunicábamos cara a cara--. Y animábamos a quienes lo leían a firmar allí mismo. En algunos casos nos tiraban la puerta en la cara, o nos botaban de sus casas, pero también otros se sensibilizaban con el tema y hasta acababan recogiendo firmas”

“En la primera entrega nosotros desde Camagüey y Ciego de Avila aportamos unas 600 firmas. Originalmente eran más de mil, pero después hubo que verificarlas. Oswaldo quería que todo estuviera en regla, y ciertamente se detectaron firmas falsas. Por eso se regresaba a las direcciones de los firmantes para confirmar con ellos que habían suscrito el proyecto”

LAS CLAVES DEL CARNET DE IDENTIDAD

Osmel Rodríguez
Osmel Rodríguez
Osmel Rodríguez, hoy en Miami, explica una de las claves que tenían los gestores en Villa Clara para detectar las firmas falsas. “En los números del carnet de identidad de Cuba los primeros dígitos te dan la fecha de nacimiento. Pero casi nadie sabe que los últimos identifican la provincia y el género. A través de ese mecanismo nosotros pudimos constatar que algunas firmas eran falsas”.

“Llegábamos donde los firmantes sin preguntar mucho, y les decíamos que queríamos entregarles un reconocimiento por firmar el Proyecto Varela, y que si podían firmar como constancia de haberlo recibido (incluyendo, de nuevo, el número de carnet de identidad). En algunos casos nos decían: ‘Sí, yo firmé, pero ¿tú crees que aquí podría firmar mi sobrino y un amigo mío que vive aquí atrás?’. Y otros: ‘¿Tú eres de la Seguridad del Estado? Pues sí, yo lo firmé ¿y qué?’”.

Rodríguez explica que en la segunda etapa, después de la Primavera Negra que sacó de circulación a muchos gestores del proyecto, aplicaron un método de "progresión geométrica": a los que habían firmado les llevaban boletas para que ellos a su vez recogieran firmas. Así, inexplicablemente para el régimen, que creía haber privado a Oswaldo de sus mejores activistas, en octubre de 2003 el líder del MCL entregó casi un 30 por ciento más de firmas que en mayo del 2002.

“DIJERON QUE NOS IBAN A AHORCAR”

Pero los firmantes deben haber sido muchos más, sólo que una parte importante del acoso de la policía política contra los gestores consistía en arrebatarles las firmas. De las más de 5.000 acopiadas en las provincias orientales sólo en la primera entrega Jesús Mustafá Felipe recogió 364, la mayoría en Palma Soriano, pero también en Santiago de Cuba y hasta en la Sierra Maestra.

Jesús Mustafá Felipe
Jesús Mustafá Felipe
“No paraba, sólo iba a la casa a almorzar y seguía. Y claro, tenías que abordar a muchas más personas que las que te firmaban, porque te decían ‘eso está muy bueno pero no lo puedo firmar’”. Es más, yo fui testigo de como visitaban a los que habían dado su firma para que se retractaran”.

“Y eso cuando no te las quitaban. Recuerdo que una vez fuimos a las Minas de Cambute y cuando regresábamos tuvimos que internarnos en la Sierra y dar un rodeo para burlar un punto de control, porque nos estaban esperando para quitarnos las firmas".

"En otra ocasión regresábamos 15 en un camión de Las Tunas, donde habíamos ido a apoyar una protesta, y nos pararon cerca de Pinos de Baire, donde habían concentrado una brigada de respuesta rápida integrada por campesinos. Nos golpearon, nos arrastraron por el terreno, y sacaron una soga y nos amenazaron con ahorcarnos. Nos abrazamos, nos dimos las manos y comenzamos a cantar el Himno Nacional. En ese episodio nos quitaron unas 200 firmas que llevábamos".

En el juicio de Mustafá en abril del 2003, los cinco encartados, miembros del Grupo de los 75, eran gestores del Proyecto Varela: él, Leonel Grave de Peralta, Alexis Rodríguez Fernández, Ricardo Silva Gual y José Daniel Ferrer. Entre los cinco la "justicia" revolucionaria repartió 95 años de cárcel.

LA SEMILLA

González Raga recuerda que la experiencia que más le marcó alrededor del Proyecto Varela fue la de los muchachos de la universidad de Camagüey. “Jorge Enrique Ribes Peña, un activista, nos presentó a una muchacha, Karina, que estudiaba farmacéutica en el Instituto Superior de Ciencias Médicas. Ella firmó de inmediato y nos pidió que fuéramos el fin de semana a su casa en el municipio Florida, que iba a llevar a algunos compañeros suyos que estaban interesados en conocer el Proyecto Varela. Fuimos yo y Alfredo Pulido, otro de los 75, y allí conocimos a Roger Rubio y Harold Cepero, dos jóvenes católicos que terminarían siendo expulsados de la universidad por involucrarse con el proyecto”.

“Roger, Harold y Karina se conocían de conferencias y retiros espirituales que organizaba el padre Alberto Reyes Pía. En uno de ellos los muchachos le preguntaron por el Proyecto Varela y el sacerdote les explicó, y de ahí nació la inquietud. Después de nuestra entrevista un grupo de jóvenes de Medicina Veterinaria, la carrera que cursaba Harold, pidieron a las autoridades universitarias que les explicaran por qué no se daba curso legal al Proyecto Varela. Luego hubo algunos actos de vandalismo estudiantil, dañaron un mural alegórico al Desembarco del Granma. La cosa acabó con la expulsión de tres universitarios, entre ellos Roger y Harold”

Desde Missouri, en EE.UU., a Roger se le quiebra la voz hablando con martinoticias.com de Harold, fallecido en circunstancias aún no aclaradas en julio del 2012 junto a Payá. Su amigo había crecido en la oposición cívica al totalitarismo hasta convertirse en hombre de confianza del líder del Movimiento Cristiano Liberación. Roger cursaba otra carrera, Educación Plástica, en el Pedagógico, pero los dos compartían en los dormitorios y con amigos comunes.

Luego de la reunión en casa de Karina se dedicaron a dar a conocer el proyecto y recoger firmas en la Universidad y fuera de ella. Como quería Payá, habían perdido el miedo

"Cuando el gobierno pretextando un discurso del presidente George W. Bush el 20 de mayo, inició esa campaña para hacer 'irrevocable' el socialismo, nosotros sostuvimos fuertes debates en los dormitorios de la Universidad para aclarar que la verdadera razón era el Proyecto Varela. Fueron debates espontáneos, pero abiertos, en los que participaron bastantes estudiantes”.

ARCHIVO. Los activistas del MCL Roger Rubio (izq) y el fallecido Harold Cepero.
ARCHIVO. Los activistas del MCL Roger Rubio (izq) y el fallecido Harold Cepero.
“Después de eso empezaron a llamar a algunos de nosotros, a Harold, Joan Columbié, a mí, para que nos reuniéramos con el primer secretario del Partido Comunista en la Universidad; y a enviarnos mensajes con otros compañeros de que íbamos a tener problemas. Como no nos dejamos amedrentar, a mí me llamaron y me expulsaron en septiembre. En noviembre, a Harold y Joan los llevaron a un acto de repudio para expulsarlos también”.

“Harold fue mi mejor amigo desde que nos conocimos en 2002. Fuimos más que amigos, familia. Me despidió cuando partí a Estados Unidos. Era una persona alegre, tenía muchos amigos y vocación de líder, le gustaba el deporte, y se tomaba los problemas de sus amigos como si fueran suyos. Era alguien muy especial. Si estuvo estudiando en el seminario para hacerse sacerdote fue porque vio la necesidad que tenían los jóvenes cubanos de formación cristiana para que hubiera un cambio de vida en Cuba. Estamos convencidos de que fue asesinado”.

“Como Payá, con quien no tuve muchos encuentros, pero que fue para mí un maestro del que aprendí muchas cosas por lo que decía sobre la vida y la realidad cubanas. Es muy difícil encontrar gente como él en Cuba, precisamente porque el gobierno cubano trata de deshacerse de ellos de alguna manera, ya sea forzándolos a que salgan del país, o enviándolos a la cárcel. O asesinándolos, cuando puede. Estoy muy agradecido por haberlos conocido a los dos, a Payá y a Harold”.

Ofelia Acevedo viaja a España para homenaje a su esposo Oswaldo Payá
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Iniciativa de la sociedad civil distribuye alimentos y medicamentos a víctimas de violencia de género en La Habana

Activista Dunia Medina repartiendo ayuda a familias víctimas de violencia de género.
Activista Dunia Medina repartiendo ayuda a familias víctimas de violencia de género.

Donaciones de alimentos, medicinas, productos de aseo, ropa y zapatos han sido distribuidas en La Habana por la Red Femenina de Cuba y los proyectos Corredor Humanitario y Solo el Amor, en una iniciativa encaminada a traer esperanza a mujeres y familias víctimas de violencia de género.

Desde espaguetis y fideos hasta medicamentos esenciales para la hipertensión y antibióticos, cada contribución impacta en la vida de estas personas, explicó la activista Dunia Medina, integrante de la Red Femenina, residente en Lawton, La Habana.

Según explicó a Martí Noticias, la campaña es una idea de la Red Femenina conjuntamente con el proyecto "Solo el Amor" y las donaciones son enviadas desde España, Ecuador, Estados Unidos, República Dominicana, entre otros países.

"Estos recursos son vitales para brindar apoyo a mujeres sobrevivientes de violencia de género, muchas de las cuales continúan viviendo con sus agresores, debido a la falta de opciones seguras", indicó Medina.

“Ellas siguen en esta situación porque no tienen para donde ir. Viven con su agresor en el mismo hogar y es lo que ellas me dicen: ¿para dónde voy a ir si yo tengo un niño pequeño? (...) Aquí no hay un lugar de acogida para mujeres, que uno pueda decir 'puedes venir para esta casa de acogida y te atendemos y apoyamos'. Aquí no tenemos eso”, comentó.

Mujeres víctimas de violencia de género en Cuba reciben ayuda de la sociedad Civil
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Hasta el momento, las ayudas han sido distribuidas principalmente en La Habana, pero se espera que se establezca una estructura que permita llegar a otras provincias del país, señaló Medina, quien indicó que se ha priorizado a las mujeres más vulnerables y necesitadas.

Las donaciones son recibidas con mucha alegría especialmente por los niños.

“Con qué alegría ellos reciben esta ayudita. Brincan, saltan, es una alegría. Las madres lloran y miran así para el cielo y dicen 'Gracias, Dios mío, por esta ayuda!", relató la activista.

Preso político Ángel Cuza espera por más de un mes el paso a régimen de menor severidad

Imagen del preso político Ángel Cuza Alfonso tomada de campaña por su liberación (Facebook de Ángel Cuza Alfonso)
Imagen del preso político Ángel Cuza Alfonso tomada de campaña por su liberación (Facebook de Ángel Cuza Alfonso)

En espera de pasar a un régimen de menor severidad se encuentra el activista y preso político Ángel Cuza Alfonso, en la cárcel Combinado del Este, en La Habana.

“Está esperando desde el mes pasado” ser trasladado a un campamento o régimen de menor severidad, tal como está establecido en las leyes penitenciarias cubanas, dijo a Martí Noticias su esposa, Dianelis Romero, quien el martes recibiera una llamada telefónica del prisionero.

Romero manifestó preocupación por las condiciones carcelarias que enfrenta su esposo en la cárcel Combinado del Este: “Todo está pésimo, tremenda hambre, lo único que me pide que le lleve bastante comida; mucha hambre, muy mala alimentación”.

"Medicamentos no hay, no hay nada. En la calle no hay, imagínate allá adentro en la prisión, menos que menos”, afirmó.

Un mes de retraso lleva el paso a "campamento" del preso político Ángel Cuza
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No obstante, Romero aseguró que su esposo se encuentra bien de salud: “Se ve fuerte, estuvo con alergia, porque él es alérgico a toda la mala higiene y todas esas cosas ahí, pero bueno, está bien”.

La mujer también se refirió a los riesgos que corren los presos políticos cubanos de que les sean “fabricadas” nuevas causas para mantenerlos fuera de las calles.

En enero de 2024, un grupo de 17 organizaciones y medios de prensa condenaron el encarcelamiento de Cuza Alfonso, condenado el 7 de noviembre de 2023 a un año y seis meses de cárcel por el supuesto delito de “desorden público”.

Reconocidas agrupaciones como el PEN Internacional y Artículo 19, exigieron al gobierno cubano la inmediata liberación del reportero de Cubanet y denunciaron que la motivación para sentenciarlo y mantenerlo en prisión es exclusivamente política.

"Ángel Cuza se suma al largo listado de periodistas y activistas que sufren la sistemática violación de sus derechos humanos, acentuada los últimos años por el deterioro socioeconómico y político por el que atraviesa Cuba", indicaron estas organizaciones.

(Con reporte de Ivette Pacheco para Martí Noticias)

Muchos cubanos no pueden cocinar ni preservar los alimentos a causa de los apagones

Muchos cubanos no pueden cocinar ni preservar los alimentos a causa de los apagones
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Otros 18 balseros cubanos tocan tierra en los Cayos de Florida

La embarcación en la que viajaban los migrantes cubanos. (Foto: @USBPChiefMIP)
La embarcación en la que viajaban los migrantes cubanos. (Foto: @USBPChiefMIP)

Un grupo de 18 balseros cubanos habría sido repatriado a través del Puerto de Orozco, en Bahía Honda, provincia Artemisa, tras arribar este martes a un islote deshabitado en la zona de los Cayos del estado de Florida, según trascendidos, que no precisaron género, edades ni lugar de procedencia de los migrantes.

En este caso, intervinieron elementos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Guardia Costera que continúan patrullando las aguas de la región meridional del país, indicó en su cuenta en la red social X, Samuel Briggs II, segundo jefe interino del sector Miami de CBP.

El canal 7 News, de Miami, reportó que los 18 balseros fueron repatriados en las últimas horas, pero un vocero del USCG dijo a Marti Noticias no tener información que confirme que se haya ejecutado la repatriación.

El viernes pasado, la Guardia Costera de EEUU repatrió a 19 balseros cubanos interceptados en el mar el 13 de abril, cerca de Cayo Hueso, Florida, cuando intentaban arribar al país de forma irregular.

El domingo último, un buque de la empresa de cruceros Carnival rescató a 27 balseros cubanos cerca de la región sur del oriente cubano. Usualmente los migrantes detenidos en altamar son repatriados a Cuba en cumplimiento a acuerdos firmados por los dos países para que todos los migrantes que lleguen por mar al territorio estadounidense sean devueltos al país caribeño.

Represión, apagones, escasez de productos básicos, inflación galopante, entre otras penurias, son causantes de una oleada migratoria sin precedente desde la isla. La Habana achaca el evento a lo que llama bloqueo (sanciones de EEUU) y a las políticas estadounidenses que benefician a los cubanos al ingresar de manera irregular a EEUU, como la Ley de Ajuste Cubano.

La Guardia Costera ha reiterado a los cubanos que salir de la isla en embarcaciones precarias con la idea de cruzar el estrecho de la Florida y llegar a Estados Unidos es ilegal y extremadamente peligroso. Por su lado, La Habana ha manifestado que mantiene firme su compromiso con una migración segura y ordenada.

"No hay presupuesto", dijeron las autoridades a las madres que protestaron frente a la casa de Díaz-Canel (VIDEO)

Madres que protestaron frente a la casa de Díaz-Canel / Foto: Captura de video
Madres que protestaron frente a la casa de Díaz-Canel / Foto: Captura de video

Al menos siete madres cubanas exigieron la pasada semana alimentos, medicinas y una vivienda justa frente a la residencia del mandatario Miguel Díaz-Canel, en La Habana.

Varios videos en redes sociales muestran a las mujeres con sus hijos exigiendo sus derechos. Uno de los materiales corresponde a Estanys de la Caridad Rodríguez Aldama, una joven de apenas 20 años y con una niña de dos, quien se acercó a la vivienda del gobernante el pasado jueves para entregarle una petición de ayuda.

Desde allí, Rodríguez Aldama publicó un video en vivo desde su perfil de Facebook en el que contaba lo que estaba haciendo. Luego de varias horas en el lugar, la subieron a un carro de la Policía y se la llevaron.

La joven luego compartió varios clips en sus redes sociales en los que decía que la habían amenazado con quitarle el internet. "Aquí nada más están viviendo los dirigentes, el pueblo se está muriendo de miseria", comentó.

Madres cubanas protestaron frente a la casa de Díaz-Canel
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Un grupo de otras seis mujeres residentes en el municipio capitalino de Marianao se presentaron también con sus hijos la pasada semana en los alrededores de la casa de Díaz-Canel. A ellas las enviaron a presentar sus quejas en el Consejo de Estado y aunque lo hicieron, tampoco han obtenido una solución a sus problemas.

"Nosotras somos de la demográfica", explican las mujeres en referencia a una categoría creada por el gobierno para supuestamente beneficiar con viviendas a las madres (o tutores) con tres o más hijos menores de 17 años de edad.

A su denuncia las autoridades respondieron diciéndoles que no las podían ayudar y que "con lo del tema de las casas teníamos que seguir esperando porque no había materiales ni presupuesto".

A inicios de marzo varias de las madres que han protestado en Cuba conversaron con Martí Noticias sobre las amenazas que han recibido por parte de las autoridades.

“Sé que las represalias que toman aquí, el gobierno cubano, contra las mujeres que se manifiestan son medidas fuertes; lo primero que hacen es amenazarnos con quitarnos a los niños, con meternos presas y todas esas cosas y me he sentido atemorizada", explicó Yadiuska Domínguez, una joven madre de tres menores que protestó en octubre en la comunidad Adriano Galano Cautín, conocida como La Favela, en el municipio guantanamero de Maisí.

"Las mujeres con hijos nos volvemos leonas por la situación que tenemos con nuestros hijos”, comentó por su parte Yaquelín de la Caridad Rodríguez una de las que se unió al grupo de mujeres que protestaron frente al Ministerio de Salud Pública de Cuba en La Habana en noviembre de 2023.

(Con reporte de Yaima Pardo para Martí Noticias)

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