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Radio bemba quiebra el bloqueo de información


Imagen de archivo de una antena satelital
Imagen de archivo de una antena satelital

La muralla que imponen las fuerzas represivas cubanas para controlar la información la agrietan los propios censores pasando a militares de alto rango, miembros del Gobierno y el Partido, que con escrupulosa avidez devoran la noticia recibida por diferente y plural.

A mediados de los años ochenta; el Ministerio de Comunicaciones, las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior, crearon lo que se conoce como Operación David. Un grupo multidisciplinario encargado de bloquear e intentar impedir que las señales de Radio y TV Martí, entreguen información libre dentro de Cuba.

Luego, con el desarrollo tecnológico mundial, se dio entrada, provenientes de otros organismos de la administración central del Estado, a nuevos cofrades en esta exigua guerrilla. Operación David debe su nombre a la inspiradora historia bíblica de aquel pastor que armado con la fe, y una honda, logró derrotar la fuerza del aterrador y poderoso gigante filisteo. Para crear semejanza con la leyenda original, se creó y difundió un mito que por medieval era capaz de incumplir hasta con las normativas de los decibeles del ruido.

Echaron a correr un cuento con más acústica que la del teatro Amadeo Roldan. Un militar desconocido, sin nombre, había ganado un premio especial en el encuentro de innovadores de las FAR, porque con un par de bandejas y un palo logró impedir que la señal de “Goliat” aterrizara en las antenas de los receptores cubanos.

La estrategia de entonces y la actual es erigir un gran escudo, hacer del pueblo cubano un ejército de desinformados donde el sacrifico es sagrado, y lo bendito es la obediencia. Para ello, y para borrar la diferencia entre el susto y la tragedia, se instrumentó con sobrada minuciosidad un laberinto legal de leyes y regulaciones. No creo necesario recordar que “Cuando la ley y la política chocan, la justicia sale perjudicada”.

David comenzó siendo una tropa selecta, hierática y seria, digna de un buen funeral. Hombres que por primitivos que parecían compartir un alto por ciento de su genoma con cualquier chimpancé. Operación David está concebida como arma; y dicen incluso que Cuba tiene la posibilidad de interrumpir las redes y portales cibernéticos norteamericanos.

Los miembros de tan escogido grupo están constantemente observados, y reciclados por falta de confiabilidad; la información no censurada, se convierte en una especie de boomerang que los obliga instintivamente a compararse.

Los iniciados de esta selecta cuadrilla, llegan rebosantes de doctrina, luego, como bomba de relojería se convierten en los mejores distribuidores subversivos de noticias al detalle, para militares de alto rango, miembros del Gobierno y el Partido, que con escrupulosa avidez devoran la información recibida por diferente y plural.

Tratar de vencer el complejo mecanismo psicológico de auto censura popular, es difícil y delicado, lo llevamos en el tuétano de los huesos por muchos años. El recorrido hasta hoy ha sido arduo, nos escuchan y somos un referente. Como diría mi sabia abuela, en carrera larga el perro vence al venado.
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