Enlaces de accesibilidad

Cuba

El castrismo cultural (Primera parte)

En 1986 Fidel Castro visitó con el ex presidente español Felipe González a la sala Tropicana en La Habana.
En 1986 Fidel Castro visitó con el ex presidente español Felipe González a la sala Tropicana en La Habana.

Este artículo de Manuel Cuesta Morúa fue publicado originalmente en el blog Posracialidad.

¿Qué es el castrismo cultural? El castrismo cultural lo defino como la matriz de rasgos de comportamiento, mentalidad, visión y estilos de vida que, conectados con su origen en la Galicia rural, entra como uno de los torrentes formativos de la nacionalidad cubana, se reestructura con elementos de la tradición hispánica medieval y se petrifica, sin fluir, en medio del proceso mismo de formación de nuestra nacionalidad.

La historiografía cubana es vasta en todos los campos tradicionales del quehacer y pensar históricos. Sus debilidades están centradas, sin embargo, en la historia social, en la historia de las mentalidades y en los estudios culturales. Esto no es casual. Dado el peso que tuvo en Cuba la tradición estatista en el flujo social y cultural, a diferencia de otros lugares, la nación y la nacionalidad han sido miradas siempre desde los puntos de vista de la guerra, la política y el Estado. También desde la economía. No obstante, la idea de que sin azúcar no había país refleja más bien la visión de una clase que sabía que su poder de inserción mundial dependía de la economía, que la de una visión y una conciencia de lo que podía ser la nación.

Esta se intenta construir desde la política y desde el Estado, a ratos desde la estética poética, en contraposición estructural con el país de la economía. Pero el elemento fundamental desde el cual se estructura una nación: el elemento cultural, nunca ha sido objeto de análisis de rango. En ese sentido la historiografía cubana ha seguido el curso de la narrativa del poder y no se ha proyectado a una imaginación estratégica sobre la nación. Algo que no puede hacerse descontando los valores culturales. Como se sabe hoy con mayor claridad, y como lo demuestra la existencia misma del castrismo, la cultura es lo que importa en términos de qué pautas estructuran una sociedad.

Sin embargo, si es cierto que sin economía no hay país, es más exacto todavía el axioma de que sin cultura compartida no hay nación. Entendiendo, claro está, que país y nación no son la misma cosa. Y el castrismo cultural es exactamente la hegemonía de uno de los torrentes culturales de la nación, no precisamente el más actualizado ni dinámico, pero sí el más agresivo, sobre el resto de los torrentes o componentes que venían dando entidad a la nacionalidad cultural de Cuba. Diría más: el castrismo cultural —como resumen de una tradición— estaba a punto de diluirse justo en el momento en el que logra detener ese difícil proceso de conformación de la Cuba cultural. La síntesis de ese proceso en el ámbito literario la expresaba muy bien Virgilio Piñera. Pero el triunfo del castrismo cultural tiene su correlato, a pesar de las contradicciones, en el triunfo de otro movimiento literario: el origenismo ―con su preeminencia católica―, en la versión “revolucionaria” de Cintio Vitier.

En la década del 50 del siglo pasado, cuando este proceso de la nación cultural está a punto de cuajar, e incluso cuando ya la burguesía cubana se da cuenta que es importante ser nacionalista, aparece con fuerza hegemónica el castrismo cultural: la versión menos cubana de la hispanidad gallega.

De hecho y en rigor antropológico, el castrismo no es cubano. Quien lee detenidamente el libro Todo el tiempo de los cedros, esa mezcla de hagiografía y patrística sobre Fidel Castro escrita por la periodista cubana Katiuska Blanco, tendrá la excelente ocasión de analizar un típico texto de antropología involuntaria. Lancara, la unidad territorial de la Galicia interior que da inicio a la saga, está más cercana a ciertos espacios de Birán en el oriente cubano, de lo que podría estar Birán de Santiago de Cuba en términos culturales.

Ciertamente haber nacido en Cuba en la década del 20 del siglo pasado, y haberse formado en los contextos culturales propios de los años 30 y 40 no garantiza la nacionalidad cubana entendida como cultura. Sin duda alguna se es francés o alemán si se nace en la misma época en los respectivos países, pero no se es cubano necesariamente —reitero: entendida la cubanidad como cultura— si se nace en Cuba en 1926. El flujo de inmigración a Cuba de la época retarda el proceso endógeno de cimentación cultural y pasma abruptamente el ajiaco del que mucho escribió el etnólogo cubano Fernando Ortiz.

De modo que el castrismo cultural triunfa en 1959 y tiene que hacerlo de manera hegemónica y arrolladora para sobrevivir. Y su hegemonía provoca un desplazamiento histórico sin precedentes en el núcleo cultural diverso sobre el que Cuba viene conformando trabajosamente su nacionalidad.

¿Cuáles son los rasgos del castrismo cultural? Sin orden de importancia voy a resumir los que me parecen fundamentales, en contraste con el proceso de formación de la nación cubana. Estos rasgos, algunos simbólicos, otros estructurales, merecen un estudio más exhaustivo. De modo que lo que aquí expondré debe pasar por el tamiz de un mayor rigor sociológico, antropológico y de teoría de los símbolos.

Empiezo por la concepción burocrático-militar del Estado y su concepto y conducta marciales. Esto es típicamente hispánico y se conecta con la idea de imperio y dominio que el castrismo cultural introduce en la idea y realidad de Cuba. Los orígenes guerreros del modelo, contrario a los orígenes cívicos del proyecto de nación, para el cual la guerra es una imposición de la realidad, no parte del rito fundacional, facilitan este desarrollo. Pero la cultura política cubana tiende, por su origen fundacional y su permanente definición contra la España imperial, al republicanismo, al ciudadano y a lo cívico. El militarismo es una consecuencia de la prolongada guerra por la independencia, pero no entra en la concepción de ninguno de los que idearon la noción de una Cuba que rompe su cordón umbilical. La facilidad con la que se disuelve el ejército en 1901 es algo más que una ingenuidad política: da la medida exacta de que el modelo burocrático-militar es ajeno al proyecto de nación, aunque no extraño en Cuba.

Otro rasgo es el de la visión rentista del Estado y de la sociedad. Desde Félix Varela hasta 1959, la crítica esencial a los sectores pudientes en Cuba tiene que ver con su afán productivista y economicista. La mentalidad misma de que sin azúcar no había país es un reflejo de que Cuba estaba siendo pensada y concebida como una unidad económica de primer orden, lo que se alimenta de, y determina los rasgos pragmáticos de la cultura, la flexibilidad como paradigma del comportamiento, el sentido de independencia social y la capacidad de contraste con su propia realidad —la corrupción en Cuba hoy tiene mucho que ver con la tensión entre la estructura represiva del Estado y esa planta flexible del modelo cultural. El hecho de parasitar unidades económicas externas, —la ex Unión Soviética, China, Venezuela, los Estados Unidos, etc.— tal como hizo la España imperial con sus colonias, fomentando así una mentalidad insegura y dependiente, es también ajena al núcleo cultural de Cuba.

Un tercer rasgo es el de la estrechez en la visión del mundo. En esto tiene mucho que ver la educación jesuítica de la época, una educación de elite y desconectada de la diversidad de componentes de la Cuba cultural, pero más con la estrechez de mundo del espacio rural infinito, poco poblado y sin confines claros. Se ha dicho y se dice que el castrismo es intolerante. Puede ser verdad como frase tópica, pero bien visto, estamos frente a algo anterior a la naturaleza de la intolerancia. La intolerancia aparece cuando se convive con otros mundos que no admitimos, no se asimilan y se rechazan.

En cierto sentido el intolerante sabe que aquellos existen pero no los reconoce. Pero el castrismo cultural es la creencia de que no existen esos otros mundos porque no los concibe. Esto es algo más primario y de algún modo peor que la intolerancia. Condiciona por tanto la actitud de negación de otros horizontes como corresponde a sus orígenes típicamente rurales. Y esto explica muy bien la violencia administrativa, pública y racionalizada que el castrismo cultural despliega contra las ideas pacíficamente expresadas. Ya esto no es cubano. En la Cuba cultural la pluralidad de ideas puede generar intolerancia, distanciamiento y choteo pero no visión estrecha del mundo.

El cuarto de los rasgos es el antinacionalismo. Dicho a estas alturas resultará raro y escandaloso pero el castrismo es antinorteamericanismo, no nacionalismo. En este sentido es muy cierto que en alguna medida Fidel Castro Ruz es el último español decimonónico de la Cuba cultural y política, pasado por la escuela jesuita, la de la Civilta Cattolica, que enseñaba que los hombres elegidos despliegan su misión en el mundo, no atados a valores estrictamente nacionales.

Como el último español, Fidel Castro niega a José Martí en dos puntos esenciales: el republicanismo cívico y el rechazo a los militares. Lo aprovecha bien, no obstante, y exagerándolo, en la vena crítica de Martí hacia el expansionismo norteamericano y en la apropiación romántica que este último hace del concepto total y abstracto de humanidad como plataforma para la acción política. Hasta aquí. La conclusión lógica de todo nacionalismo, la que le da contenido positivo una vez que se define frente a potencias externas, nada tiene que ver con el castrismo cultural. Y esta conclusión lógica es la exaltación y defensa de los nacionales, independientemente de sus diferencias, por encima de cualquier otro sujeto externo. Los nacionalismos tienen algo de mala literatura justamente porque ponen la propia etnia por encima de otras etnias políticas. Todo nacionalista auténtico se acerca para decirnos: yo y lo mío primeros.

El castrismo cultural es la corrección disminuida de cualquier vena nacionalista por defecto. No equilibra el nacionalismo a través del concepto total de humanidad, en cuyo caso extranjeros y cubanos seríamos iguales en Cuba y frente al poder, sino que desciende lo cubano y a los cubanos a una escala inferior, gestionando la nación en tres direcciones: la de dominio sobre los seres humanos posibles: los cubanos, la de imperio desde el centro territorial posible: Cuba, y la de imagen “perfecta” frente a toda la humanidad. Esta última dirección explica por qué el castrismo se desvive por satisfacer a los extranjeros en detrimento de los cubanos y por qué priva a los nacionales hasta de lo más elemental para preservar su imagen y compromiso con los de afuera. Y es verdad que muchos cubanos se sienten a gusto con esta distorsión. Pero el nacionalista no hace esperar a los suyos, por el contrario, siempre hace esperar a los demás, y en los peores casos les hace sufrir para contentar a su propia gente.

El nacionalismo nunca permitiría entender, entre otras cosas, los misiles rusos, el tipo de gestión a la crisis de estos misiles en 1962, las tempranas guerrillas en América Latina, Asia, Medio Oriente y África, las campañas militares en este último continente, la pleitesía rendida a otro país en la primera versión de la Carta Magna revolucionaria (1976), el turismo para extranjeros, las dos monedas, la gestión capitalista externa que conforma y estructura una clase media alta residente, formada solo por extranjeros; los dos sistemas de salud y de educación; las donaciones, de lo que se recibe precisamente como donación, a los ciudadanos de otros países en detrimento de los suyos; la tolerancia del uso de la bandera para acompañar otros símbolos que nada tienen que ver con la formación de la nacionalidad, como es el caso de Ernesto Guevara de la Serna, o para satisfacer las banalidades aparentemente iconoclastas del reguetón; mucho menos la idea-traición que alguna vez se puso en marcha de unir Cuba a un proceso político externo, representado por el chavismo. Tampoco, la preeminencia de la voz de los extranjeros por encima de la voz de los nacionales. Ahora bien, esto sí se puede entender desde los dos conceptos básicos que estructuran el castrismo cultural: el dominio y el imperio. El hecho de que la estructura burocrático-militar cubana esté copando las instancias de poder en Venezuela es un ejemplo claro de esta vieja idea de imperio que no descansa.

El antinorteamericanismo, que les ha parecido a muchos un nacionalismo, corresponde a esta doble lógica cultural: el odio imperial a los Estados Unidos, heredado de la vieja España, y la actualización del concepto de imperio desde la última de sus colonias: Cuba. La conexión cultural es indiscutible y permite entender lo que de otro modo parecería ridículo: Cuba estableciendo un pulso mundial con los Estados Unidos en otras tierras del mundo. Esto no tiene ni tradición ni antecedentes en el proyecto de Cuba como nación. Sí en la España del imperio.

Este artículo de Manuel Cuesta Morúa fue publicado originalmente en el blog Posracialidad.

Vea todas las noticias de hoy

Cuba prorroga plazo para importar medicinas, alimentos y aseo libre de impuestos

Cubanos residentes en EEUU arriban cargados de equipaje al aeropuerto de La Habana. (Archivo)
Cubanos residentes en EEUU arriban cargados de equipaje al aeropuerto de La Habana. (Archivo)

El régimen de La Habana volvió a extender la exención de aranceles para la importación de comida, aseo, medicamentos y medicinas al país, una medida que aprobaron en 2021 tras las protestas populares del 11 y 12 de julio de ese año.

"Persisten las limitaciones en las ofertas de alimentos y otros productos en el país", explica la disposición, firmada por el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale.

Cuatro días antes del término del permiso vigente, el Ministerio de Finanzas, mediante la Resolución 94/24 publicada este miércoles en la Gaceta Oficial, indicó que la normativa tiene "carácter excepcional" y estará vigente hasta el 30 de junio de 2024.

De acuerdo con el texto, la prórroga del plazo incluye la importación sin carácter comercial, "sin límites en su valor y exenta del pago del impuesto aduanero de alimentos, aseo, medicamentos e insumos médicos, por la vía de pasajeros como equipaje acompañado".

Además, se mantiene el incremento del límite del valor en aduana para las importaciones no comerciales que realizan las personas naturales mediante envíos, de 200 hasta 500 dólares, con la exención del pago del impuesto aduanero por los primeros 30 dólares del valor o su peso equivalente de tres kilogramos del envío y solo será aplicada la tarifa arancelaria del 30 por ciento al posible exceso.

La normativa precisa que "los beneficios dispuestos se aplican con la condición de que los artículos clasificados como alimentos o aseo, así como los identificados como medicamentos e insumos médicos que integren parte del equipaje del pasajero, se presenten ante la Aduana en bultos separados del resto de los productos".

Cuando las autoridades informaron la medida en 2021, el país estaba en un colpaso sanitario debido a la pandemia del coronavirus mientras cubanos en el exilio llevaban meses pidiéndole al gobierno que permitiera la entrada de medicinas sin aranceles.

"Después de días llamando mercenarios a quienes pedían importar libremente medicinas y alimentos a Cuba, después de que una periodista oficialista dijera que le "daba risa" esta solicitud que estaba ideada para abastecer negocios particulares, ahora el régimen cubano se baja con esta chambelona para tratar de disminuir la temperatura a lo que está pasando en Cuba", escribió en ese momento el periodista José Raúl Gallego.

Hace menos de dos semanas los cubanos salieron a las calles en varias ciudades y barrios del país con exigencias similares a las de 2021. Tanto 11J como el 17M el pueblo pidió "comida", "libertad" y "electricidad".

Hialeah aprueba resolución de apoyo al pueblo cubano

Alcalde de Hialeah Esteban Bovo. La resolución aprobada el 26 de marzo autoriza al alcalde o a la persona que éste designe "a prestar apoyo a los ciudadanos cubanos para necesidades básicas".
Alcalde de Hialeah Esteban Bovo. La resolución aprobada el 26 de marzo autoriza al alcalde o a la persona que éste designe "a prestar apoyo a los ciudadanos cubanos para necesidades básicas".

Una resolución de apoyo absoluto al pueblo cubano fue aprobada de manera unánime en la ciudad de Hialeah durante la sesión ordinaria celebrada en el ayuntamiento el 26 de marzo.

La medida autoriza al alcalde o a la persona que éste designe "a prestar apoyo a los ciudadanos cubanos para necesidades básicas".

La resolución aprobada en la llamada "Ciudad que progresa" tiene en cuenta que Hialeah "alberga a un significativo número de cubanos y que la ciudad es un símbolo prominente de la cultura y la herencia cubana más allá de la isla".

La propuesta de la Concejala Mónica Pérez apela a todos los ámbitos de la política, tanto nacionales como internacionales, desde la Casa Blanca, el Senado y el Congreso de los Estados Unidos, hasta el Alto Representante de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, para que pongan en juego "todos los medios diplomáticos disponibles para presionar a la Dictadura Cubana a que abandone su régimen opresor y respete los derechos fundamentales del pueblo cubano".

La iniciativa llama a abogar por el restablecimiento de las necesidades básicas para los cubanos, incluyendo el acceso a alimentos, medicinas y electricidad.

Se calcula que el 75 por ciento de los habitantes de esta ciudad, ubicada en el condado de Miami-Dade de Florida, son cubanos y que unos 80 mil se han asentando allí como parte de la más reciente ola migratoria.

La resolución presentada el martes pide la colaboración de todas las instancias, tanto los medios de comunicación como los gobiernos democráticos del mundo para informar de la realidad que se vive en Cuba y el conflicto que enfrentan los cubanos con el fin de crear una conciencia internacional acerca de la realidad en el país caribeño.

La Concejala Pérez, citando al alcalde de Hialeah, Esteban Bovo afirmó: “Cualquier cosa que pase en Cuba se refleja aquí en Hialeah".

Por su parte, el alcalde, uno de los patrocinadores de esta resolución explicó: “Muchas personas se preguntarán cuál es el impacto de una resolución como esta. No es algo frívolo, nuestra posición es muy importante porque, después de La Habana y Santiago de Cuba, somos la comunidad más grande de cubanos del mundo”.

Muere otro liniero en un accidente laboral: Trabajaba en la recuperación de las redes eléctricas tras la tormenta en La Habana

Leonel Barroso Machín, liniero fallecido en accidente laboral en La Habana (Facebook EMPRESA ELÉCTRICA DE PINAR DEL RÍO).
Leonel Barroso Machín, liniero fallecido en accidente laboral en La Habana (Facebook EMPRESA ELÉCTRICA DE PINAR DEL RÍO).

El joven liniero cubano Leonel Barroso Machín falleció por complicaciones derivadas de la caída de un poste mientras trabajaba en la recuperación de las redes eléctricas tras la tormenta de este fin de semana en La Habana.

Sin ofrecer detalles, la Empresa Eléctrica publicó un post en el que lamenta el fallecimiento del joven. "Ofrecemos nuestras condolencias a familiares y amigos del liniero de la UEB Boyeros, Leonel Barroso Machín, quien falleció a causa de un accidente de trabajo, mientras laboraba en la recuperación del servicio eléctrico en la capital", dijeron.

Un colega suyo, identificado como Francisco Acosta, precisó en el grupo público "Linieros de Consolación" que Barroso Machín llegó con vida al hospital pero murió dos días después.

El fin de semana varias tormentas locales severas azotaron el occidente de Cuba con inundaciones, lluvia de granizo y fuertes vientos. dejando daños significativos en las viviendas, el tendido eléctrico y la agricultura. Según cifras oficiales, cerca de 120 mil clientes de la capital; 13.679de Pinar del Río, 54.787 de Artemisa, 43.808 de Mayabeque y 38.000 de Matanzas se quedaron sin servicio eléctrico.

Barroso Machín no es la primera víctima de un accidente laboral durante la recuperación de fenómenos meteorológicos. A finales de 2022, dos jóvenes operarios de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) murieron en función tras los daños que ocasionó el huracán Ian en la capital.

En los últimos meses la prensa estatal, que no suele hacerse eco de estos temas, ha reportado al menos otros dos fallciemientos de trabajadores vinculados a la empresa.

El primero ocurrió en octubre cuando un liniero con más de 16 años de experiencia falleció durante una jornada de trabajo en el municipio de Santo Domingo, provincia de Villa Clara. El propio ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, informó del deceso en su red social X donde se refirió al hecho como un "accidente fatal". La víctima fue identificada como Edelin Giro Torres.

A inicios de este mes y luego de varias semanas de haber sufrido un accidente laboral, murió Daniel Vega de la Cruz, de 47 años, quien estaba reparando un cable eléctrico que había dejado sin servicio de agua potable durante “varias jornadas” a la zona alta y baja de la ciudad de Matanzas.

"Escalé con los medios de protección, pero uno de los angulares de esa estructura, al que había sujetado el cinturón de seguridad, se partió debido a los años de permanencia en el lugar. Me vine abajo, se me fracturaron el fémur izquierdo y la cadera, hasta el casco que llevaba en la cabeza se partió en dos… En este caso, como todo estaba oscuro, no se pudo detectar que esa fracción de metal estaba en malas condiciones”, confesó días antes de su muerte.

Según cifras oficiales, los Ministerios de la Agricultura (MINAG) y Energía y Minas (MINEM) fueron los que dejaron mayor número de víctimas mortales y heridos en accidentes laborales en 2022, con nueve decesos y cada uno y 237 y 131 lesionados, respectivamente.

El más reciente informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) indica que en el primer semestre de 2023 habían ocurrido 884 accidentes de este tipo en el país en los que 31 personas murieron y 908 resultaron heridas. El número de muertes superaba en más de una decena los ocurridos en igual periodo del año anterior.

Comité del Senado de EEUU denuncia encarcelamiento de Maykel Osorbo

El rapero Maykel Castillo "El Osorbo" fue condenado a 9 años de cárcel. Fue uno de los protagonistas, junto al también preso político Luis Manuel Otero Alcántara y otros jóvenes, del llamado Acuartelamiento de San Isidro y uno de los intérpretes del éxito "Patria y Vida".
El rapero Maykel Castillo "El Osorbo" fue condenado a 9 años de cárcel. Fue uno de los protagonistas, junto al también preso político Luis Manuel Otero Alcántara y otros jóvenes, del llamado Acuartelamiento de San Isidro y uno de los intérpretes del éxito "Patria y Vida".

El Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos denunció este mes el encarcelamiento del rapero cubano Maykel "Osorbo" Castillo Pérez.

El artista ganador del Grammy Latino por su participación en el tema "Patria y Vida" fue destacado como parte de la campaña Truth To Power, una iniciativa dedicada a enaltecer a los defensores de derechos humanos alrededor del mundo y en la que han sido celebrados activistas de Uganda, Irán, Camboya, Ucrania, Rusia y Nicaragua entre otros países.

El comité senatorial recordó que el miembro del Movimiento San Isidro utiliza la música para protestar por la libertad de expresión y contra la censura gubernamental.

"Actualmente se encuentra tras las rejas por su activismo a favor de la democracia", agregó.

Tras su enorme éxito con "Patria y Vida" y una ola de protestas a favor de la democracia, Maykel Osorbo fue arrestado y condenado a 9 años de prisión, acusado de presuntos cargos de desacato, atentado, desórdenes públicos y difamación de las instituciones y organizaciones.

Activistas dentro y fuera de Cuba, organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y el Grupo de Trabajo para Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas, han levantado sus voces exigiendo la liberación del artista, y todos los presos políticos en la isla.

Castillo Pérez está encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Kilo 5 y medio en Pinar del Río.

Preso político cubano Virgilio Mantilla Arango será procesado por un nuevo delito

Virgilio Mantilla Arango, durante la visita familiar en la prisión Kilo 7, en Camagüey. (Foto: Cortesía de Jiordan Marrero Huerta).
Virgilio Mantilla Arango, durante la visita familiar en la prisión Kilo 7, en Camagüey. (Foto: Cortesía de Jiordan Marrero Huerta).

El prisionero político cubano Virgilio Mantilla Arango ha sido acusado de desacato luego de una protesta en el penal de máxima seguridad de Kilo 7, en la provincia de Camagüey, donde cumple una condena de tres años y tres meses de privación de libertad.

Mantilla Arango, de 54 años, se encuentra desde el pasado viernes aislado en una celda de castigo luego de que los reos del destacamento número 9 protestaran por las precarias condiciones a las que están sometidos y la escasez de alimentos y medicinas.

Este martes un instructor presentó la denuncia contra el opositor, quien en reiteradas ocasiones ha responsabilizado al director del centro penitenciario por los abusos y malas condiciones en las que viven los reos.

En una llamada telefónica a Jiordan Marrero Huerta, presidente del Partido Demócrata Cristiano de Cuba, el activista dijo que no le han permitido comunicarse con su familia para contarles lo que está pasando.

please wait

No media source currently available

0:00 0:02:29 0:00

“Se va a hacer un juicio abreviado por el delito de desacato, por denunciar al director de la unidad y por las cosas que yo había visto aquí, que le ha sucedido a otros presos. Es la denuncia número 5039 de 2024", detalló el activista.

"Necesito un abogado, alguien que me proteja, y que mi familia este ahí, que sepa la situación por la que yo estoy pasando", agregó.

Se trata de la cuarta causa que enfrenta el fundador de la Unidad Camagüeyana por los Derechos Humanos.

La más reciente fue a finales de 2021 cuando el Tribunal Municipal Popular de Camagüey ratificó lo condenó de tres años y tres meses de privación de libertad por el delito de "daños a la propiedad", tras escribir en la fachada de una casa en el reparto La Caridad la frase "Comunismo No, Martí Sí".

Los jueces no tuvieron en cuenta que el inquilino de la vivienda nunca presentó cargos contra el opositor.

Cargar más

XS
SM
MD
LG